Levitación racional, de Philippe Ramette
Mi amigo S., recién llegado de New Delhi, me preguntaba el otro día por qué yo no intentaba escribir ficción. Sugería que quizá en la dimensión de lo ficticio y el relato, pudiera sentir una mayor libertad, vivir y habitar mundos que yo misma creara o deseara. Él es traductor, poeta y está a punto de publicar su primera novela en la India. Y aunque siempre encuentro tentador la reinvención constante del mundo de los escritores literarios, sé que esa no soy yo. Releo estos días algunos fragmentos de los Diarios Indios de Chantal Maillard, que me recomendó Iluminaciones hace tiempo, y que ya he citado aquí. Echo de menos su blog, en el que colgaba sólo cuadros y obras de arte, y su invitación a la contemplación me enseñó a mirar hacia dentro y hacia fuera, (uno se sentía observado por las propias obras) con humildad pero también de forma audaz. Sigo con Maillard: “La síntesis ha de ser uno mismo (…) Amar es detenerse por un instante con gran intensidad en algún punto. Desear es querer que en ese punto crezca una montaña, un árbol, un ser de carne o cualquier cosa que pueda nombrarse, y en el nombre la voluntad quede encadenada. (…) La India: una tierra que corta la mirada y exige luego el pago de la herida. (…) Saber que es preciso dejar de indagar – pues es recuerdo y anhelo toda búsqueda- y hallar el modo, simplemente, de invertir la mirada.” Mi historia tiene más que ver con esa obsesión de invertir la mirada. “Ser y conocer no pueden ser simultáneos si existe una llanura o una línea del horizonte. Ser y conocer simultáneamente sólo es posible en el vacío porque en el vacío no hay nadie.”
Estas últimas semanas me identifico más bien con la mirada obstinada y distanciada del artista francés Philippe Ramette, incluso con el personaje recurrente trágico-cómico (encarnado por él mismo) que aparece en sus obras. Su búsqueda es la de construir racionalmente una imagen o perspectiva que restituya lo que aparentemente parece irracional, y en él aparece también una cierta inversión de la mirada. Su trabajo se sitúa entre la escultura, la fotografía y los dibujos, y parece que ser que las fotos no son trucadas, es decir, que construye piezas, y se pone realmente en esas posturas imposibles, a riesgo de lo que pueda pasar! Me gustan mucho también sus títulos: la serie de Exploración racional del fondo del mar, o sus Contemplaciones irracionales, la Inversión de la Gravedad, Levitación racional, o su serie de objetos: Objetos suicidas, Pequeño objeto educacional, los Balcones, etc.
Y como escribía una periodista del Elle francés este verano, acerca de la última novela de Houellebecq, seguramente “le metier de vivre”, el oficio de vivir, en un mundo como el nuestro en que toda la existencia se organiza alrededor del trabajo, y a uno se le define ante todo por su profesión, el oficio de vivir se ha vuelto totalmente imposible.
Reivindico pues una cierta inversión de las miradas (la propia y la que dejamos que nos den los demás) que nos permita, sin una excesiva ficción, habitar el mundo que cada uno es capaz de percibir y construir.
june swoon
Hace 10 años
10 comentarios:
Vanessa te recomiendo el excelente artículo de Bassols "¡Adiós al dodo! en él expone que hemos de crear otra forma de ver de simbolizar y de dar vida al varón, yo no sé, y quizá no sea cuestión del psicoanálisis el lograrla sino de la antropologia o de una visión tácitamente holística, esto de darle la vuelta a la mirada lo hice yo, fuera distancias, y me he dado cuenta después de la lectura de Bassols y después de escribir mi poema sobre las mujeres, que en realidad era algo más, que es la mirada del Otro, el deseo del otro el que nos crea símbolos y crea las palabras, pues habitamos un mundo anterior al yo, y es el de las palabras y lo simbólico y el lenguaje, estamos o entramos con calzador en el mundo del lenguaje, es decir del Otro y es cuando lo aceptamos ¿cómo? no lo sé todavía, pero es cuando aceptamos este mundo cuando dejamos el del goce narcisista y el de la autosatisfacción erótica y amamos.
No sé, lo que si que sé es que quiero conseguir el libro de Twain del que habla y seguir el hilo de este hallazgo que como la inscripción del Otro también hablas tú.
Venga un beso amigo de Vicent y hasta otro artículo, y ya hay otra vez vidilla, que bien, ya has vuelto.
Excelente. No lo conocía.
voilá! un nuevo magritte...había visto algo suelto, la silla suicida, y me hace pensar en cambiar de lugar los muebles de mi despacho...cosa que ya estoy haciendo.
besos domésticos
querido Vicent, sí, ya lo ví, pero aún no lo he leído, el artículo de Bassols, lo leeré con interés, y gracias por todo lo que dices. Ese poema que escribiste me gustó tanto!! y recuerdo uno que me enviaste hace mucho que me impactó mucho. En el lenguaje poético te desenvuelves muy bien! Lo leeré y lo comentaremos, vale? también tengo ganas de echarle un ojo al texto que comenta de Twain. este curso asistiré a un seminario sobre el seminario de Lacan "De un Otro al Otro" donde Lacan desarrolla especialmente estas cuestiones, empiezo este sábado, tengo ganas!
hola H. me alegro que te interesara y gracias por la visita,
Dante, querido, tú siempre cazando las cosas al vuelo y pasándolas a lo cotidiano, otro de tus talentos, a ver qué tal la re-decoraçao de la casa, besos
Hola, estaba deseando volver a leerte y aprender de lo que expresas.
Hoy, zambulléndome por la web he encontrado este pequeño artículo y me he acordao de usté:
http://www.laotrapagina.com/articulo-3.html
Un abrazo!
La inversión de la mirada para que vivir sea posible... fuera de esa cosificación a que nos fuerza la estigmatización profesional ("tú eres aquello a lo que te dedicas", parece imposible una identificación más aberrante o empobrecedora).
Después de "Diarios indios", en "Husos" se alcanza un punto de no retorno, un verdadero salto ontológico en la inversión de la mirada del observador...
Me ha encantado Philippe Ramette, a quien no conocía. Toca escuchar y dejar entrar...
un abrazo
Es maravilloso que hayas vuelto... extrañaba tu ágil mente.
Un gran abrazo querida V
Sí, hay que invertir las miradas, pero sin alejar demasiado la propia. Estoy de acuerdo con esa regeneración de lo simbólico, en cuanto la realidad se desmorona a nuestro paso. Aunque hay algo que permanece, una imagen primera que nos salva, tal vez una luz extraña que vimos de pequeños, o quizás una palabra?
Ahora estoy siguiendo con "Filosofía para los días críticos" de Maillard.
iluminaciones.
hola Rakel, gracias por la visita y por ese link sobre el nüshu, sí, la historia de esa lengua china femenina y secreta es fascinante. y hay otros pueblos menos conocidos por China con historias similares..
Stalker, sí, ese libro lo tengo pendiente, me interesa ese paso sin retorno, y el otro que me dice Iluminaciones también! Maillard bordea un vacío que me es esencial y sobre el que trabajo obstinadamente, necesariamente. Me alegro de las afinidades
Iluminaciones, me gusta mucho como describes esas marcas esenciales en la subjetividad y biografía de cada uno, como "imagen primera que nos salva" como la ilumiación de un cuadro, intangible pero siempre presente
querida Odette, gracias! y abrazos
Pues vengo, entre otras cosas, como todos te han dicho, a agradecerte ese descubrimiento, el de Philippe Ramette, al que no conocía, interesantísimo artista. Y gracias también por esa sugerente reflexión sobre la inversión de la mirada, ese objeto a que nos configura.
Un abrazo.
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