29.1.07

del saber

monje budista en Japon, by JFA
Empiezo a dar clases de chino a un grupo de niños de 6 a 10 años. Sorprendentemente me encuentro aquí, sin saber bien cómo he llegado. En muchas técnicas orientales no enseña el que más sabe sino a quien le toca aprender enseñando…también recuerdo que hace tres años, cuando me encontraba en la universidad en Pekín estudiando chino, me hicieron preparar una presentación de algún personaje que admirara mucho por lo que había conseguido, y por mucho que buscaba sólo se me ocurría Françoise Dolto, increíble psicoanalista de niños. Es gracias a ella que me hice lacaniana!
Cuando digo que “sé chino” sé que estoy mintiendo, pero es la única manera para que los demás lo entiendan. Espero saber, en cualquier caso, transmitir algo de esa lengua que tanto me fascina. Tampoco sé casi nada de psicoanálisis, y mañana me voy a París a una reunión de la asociación de la que soy miembro, Psychanalyse en Chine. Pienso estos días en que quizá yo sea tan pesada porque me empeño en encontrar otra forma de saber. Inevitablemente me viene a la cabeza el título de aquel libro de François Jullien, Un sabio no tiene ideas. En China, explica, la sabiduría es la vía, y cita a Zhuangzi, “Confucio es llamado el sabio porque carece de prejuicios, no tiene ideas, y por eso mismo, manteniendo la mente disponible, permanece totalmente abierto a cada “así”. Cita también, cómo no, a Wittgenstein “La idea ya está agotada, ya no vale para nada(…) Es como el papel de plata, que ya no puede alisarse una vez ha sido arrugado” Esa actitud de escucha flotante de la realidad me lleva a otra escucha inevitablemente. Para Lacan, la verdad y el saber están del lado de lo que se dice. “El saber es cosa que se dice, es cosa dicha. Pues bien, el saber habla solo, esto es el inconsciente” Dice que el saber es intersubjetivo, lo que no significa que el saber sea de todos, ni tampoco que sea el saber del Otro. el Otro no es un sujeto, sino un lugar donde vamos transfiriendo, ésos, nuestros saberes. Así que pienso en la modestia del sabio chino, y que el saber es algo que también me “vuelve” o “retorna”, Henri Michaux escribía en un viaje a Japón entre 1920-30 “El Japonés no sólo se achica ante Dios o ante los hombres, sino ante la ola más pequeña, ante la hoja encogida de la caña, ante una lejanía de bambúes que apenas ve. La modestia sin duda tiene su recompensa. Pues a nadie, en ninguna parte, se le manifiestan hojas y flores con tanta belleza y fraternidad”

26.1.07

andar descolocados

Slavoj Zizek by Pots
Sin haber conseguido todavía encontrar mi lugar en ningún sector laboral determinado, sin respaldo o relaciones con círculos universitarios, sinólogos, analíticos, tribus urbanas o exclusivo grupo de modernos amigos, soy, normalmente y desde hace tiempo, la que siempre está afuera. Para mis ex-colegas teatreros, ejecutivos, de la moda, de china, los intelectuales, los modernos, para los que a veces estuve dentro, efectivamente y sin embargo, ahora no suelo estarlo… Eso hace que el que me conoce por primera vez no pueda evitar, como los otros a veces, una mirada condescendiente e inquieta. Desde sus respectivos cargos en instituciones y mundillos, tan confortables y tan a resguardo, mi posición tiene algo de ese incómodo deslizamiento lacaniano en busca de puntos de anclaje, que tanto molesta al mundo bienpensante
Por eso tal vez me conmueva tanto ver en acción a Slavoj Zizek, quien hace del descolocamiento geográfico, teórico, intelectual y vital, un lugar interesante y emocionante. De universidad en universidad, pasea su palmito y su brillante, aunque abrupto y no exento de agujeros, discurso sin preocuparle desplegar en escena sus tics, torpezas y contradicciones. Zizek, se afana por demostrar que bajo cada apariencia se esconde todo lo contrario, así nunca nuestras vidas han estado tan reguladas y restringidas como en estos momentos de aparente libertad y hedonismo (es la dictadura o metástasis del goce!); el discurso multicultural es la base del racismo; decir que lacan es difícil puede ser pura propaganda clasista, y nunca la ideología ha estado tan marcada por las creencias, como en esta época en que parece que nadie cree en nada. Como los pensadores chinos, entre los que incluyo a Lacan para que los sabios me recriminen agusto, y en homenaje a la valentía de Zizek, éste articula su pensamiento sobre la paradoja. Igual denuncia que banaliza, retrocede y, cuando le preguntan con mala sarna, cómo es posible que siendo tan crítico con el capitalismo y política norteamericanas, se le tome tan en serio y tenga tanto éxito en ese país, anunció y luego cometió ante las cámaras, el suicidio público y simbólico del bufón que lleva dentro (que por supuesto no murió).Yo creo que aunque Zizek no haya entendido tan bien los conceptos, como reprochan los guardianes del fuego lacaniano, hace un sugestivo uso de ellos. Me quedo pues, (en esta crónica que también, Bel, es de estilo Os resentidos) con aquella sospecha de Zizek de que si el término “cultura” tiene tanto valor y peso en la sociedad, se debe a que esa sobrevaloración, entre otras cosas, nos permite evadir la responsabilidad de asumir nuestras creencias (nueva paradoja) Por supuesto, lo interesante no es lo que Zizek afirma, sino el camino en palabras que recorre para desarrollarlo. Así, que sin miedo a Lacan, en youtube (para ir entrando, ríanse con el de Nitebeat y en www.lacan.com, donde hay buenos extractos

18.1.07

realidad

opendoor invitation from redgate and 798 beijing
Al contrario de la mayoría de sistemas de pensamiento que consideran el cambio un aspecto engañoso y superficial de la realidad (desde los griegos hasta los hindús o budistas, que entienden su verdadera naturaleza como una dimensión fundamentalmente estable, inmutable, que permanece subyacente a la realidad cambiante) en el pensamiento chino la realidad es el mundo que nos rodea, y sus transformaciones son su esencia. De este modo el cambio es aquello en lo que podemos confiar, susceptible de ser apreciado y comprendido. Se podría decir que para ellos, el único fenómeno que es estable y perdurable es el cambio mismo.
Por eso tal vez en chino para hablar de realidad o de ser se utilicen caracteres tan interesantes como:
Shi 是, que significa “ser” y se utiliza también para afirmar, formado por el radical de sol arriba, ri日 y el carácter zheng 正 debajo, que significa correcto Para indicar que algo “es”, me refiero a aquello que veo o "atrapo" bajo el sol, eso es lo correcto, lo que puedo confirmar (ver previos post sobre escritura china, los caracteres de yin 阴 y yang 阳, por ejemplo, que vienen a hablar de algo parecido)
Más interesante me resulta el carácter que se utiliza para “realidad” o “real”, también se pronuncia shi, pero se escribe diferente, 实en el carácter tradicional aparece el dibujo de un techo, y debajo el símbolo del dinero, coronado por una moneda china enhebrada. En la antigüedad, en china se guardaba así el dinero. Imagino que lo que apunta a lo real aquí es la idea de conexión, de unión, de elementos que están relacionados. Y que se encuentren bajo un techo (aquí ya es mi opinión) podría indicar que se trata de una relación hecha por el hombre, es decir subjetiva.
La imagen de esta puerta china me acompaña estos días, venía pensando en todas las puertas que se abren, que se cierran, otras que golpean bruscamente, las que no nos atrevemos a atravesar, las que permanecen blindadas, cerradas y olvidadas, las que abrimos una y otra vez, las que quedaron entreabiertas… e imagino un hilo que las atraviesa, incluso las cerradas. Como a las monedas del carácter, que insiste en dibujarme la realidad como el hilvanamiento de mis propios fragmentos…

16.1.07

el deseo del Otro

Bunraku, photo by matcha parfait's
Lacan igual que los chinos denunciaba el yo como ilusión, advirtiendo el lugar determinante del fantasma. Para él no existe identidad, sino identificaciones. Se distingue pues entre el yo (moi) imaginario, y el yo (je) gramatical, que al hablar produce el sujeto. Frente a la imposibilidad de hallar un significante al sujeto, Lacan suele referirse a él como sujeto barrado. Anterior y exterior al sujeto, el psicoanálisis señala un nuevo lugar desde el cual el Otro nos determina a pesar de todo. Se escribe con O mayúscula para diferenciarlo del otro semejante, con el que nos identificamos y que crea la primera dimensión de alteridad. El Otro con mayúsculas, que no es un semejante, es el lugar desde el que se constituye el sujeto que habla, desde el cual se desea. Es además el lugar donde los significantes tomaran un sentido u otro. El inconsciente es el discurso del Otro, y el deseo del sujeto es el deseo del Otro.
Hoy antes de acostarme me he acordado de los Bunraku, las bellísimas marionetas japonesas de uno a dos metros de altura. En los espectáculos de Bunraku hay, como decía Roland Barthes, tres escrituras separadas y simultáneas: la marioneta, el manipulador y la voz del cantante. Así que el espectador ve en todo momento el artificio, y esa alienación del personaje. Cada marioneta está llevada por tres actores, además. Normalmente el maestro lleva la cara descubierta y los dos otros ayudantes están completamente cubiertos de negro. A un lado del escenario, fuera de la escena propiamente dicha, los músicos sentados en fila, y los cantantes. Me ha hecho pensar en eso que decía Bel que decía Barthes, que al contrario de lo que podía parecer, detrás de toda esa cortesía oriental, el individuo podía vivir mucho menos reprimido puesto que en sus relaciones sociales, las normas de educación vehiculaban cada movimiento, y no había que preocuparse más que de cumplir las reglas y códigos, conscientes en todo momento de la distancia que separaba lo que uno querría decir con lo que puede llegar a expresar. Bona nit.

15.1.07

paso doble (por fin se ve!)


ejercicio de escritura, en el que intento reconstruir una historia a partir de imágenes "robadas", que alberto grabó durante su estancia en china, corto colgado en www.intimidades.es

14.1.07


Anónimo Song. Una posada al pie de la montaña. Museo del Palacio Imperial, Beijing.

caligrafía

Photo by Hobo

"La regla de los ascetas prohíbe revelar el misterio de estas montañas, por lo que detengo mi pincel y no pinto más"

Ba Shô, siglo XVII

13.1.07

Any Freud 2006 Bcn


Hoy se ha celebrado en el Caixa Forum de Barcelona el acto de cierre del ciclo de actividades del Año Freud. Salvador, dueño de la librería Xoroi, y principal organizador, me propuso hace unos meses colaborar en la puesta en escena del acto. Recuerdo que me lo propuso la misma tarde que Bel y yo íbamos al Instituto Francés de Barcelona para ver la estupenda película de Elisabeth Roudinesco y Elisabeth Kapnist de Arte, Sigmund Freud, L’invention de la psychanalyse, dentro de este ciclo de actividades. Empezó entonces una divertida cadena de conversaciones y visitas, en torno al acto que se celebraría hoy. Discusiones con mi amigo Roger Bernat, con Bel, con Alberto, visitas a Salvador y hasta involucré Lola que amablemente nos prestó las alfombras afganas y el banco chino, que utilizamos para la escenografía. Esta mañana el auditorio se llenó de gente, las personas que intervinieron se sintieron cómodas y relajadas. Conseguimos un ambiente cálido y acogedor en el que se habló de escritura, de pensamiento, de libertades, revoluciones, de ciencia y literatura, de la memoria, de los maestros, de preguntas abiertas, de lo subjetivo, lo creativo…Bel brilló con sus palabras y su apasionante mirada, habló de la guerra y su proyecto de libro Balcánico y, como otros muchos, de lo agradecida que se sentía hacia esa escucha valiente y arriesgada que el psicoanálisis le había ofrecido. Creo que para Lacan la verdad no se dice, sino que se desliza a través de los significantes, algo así pasaba hoy entre las intervenciones. Foucault decía que el pensamiento moderno estaba permeado por la idea de pensar lo imposible. También a Derrida le gustaba pensar a través de lo im-posible, que escribía con un guión para sugerir que la palabra, lejos de ser negativa, incluía en sí la condición de posibilidad del acontecimiento. Para mí el psicoanálisis sigue siendo ese rodeo alrededor de lo im-posible en el decir, que habrá de ser, como ha ocurrido hoy, dicho

11.1.07

公开


Hace unos días escribía sobre la falta de espacios de discusión en China, y la gravedad de sus consecuencias. Hoy sin embargo, vengo a hablar de un evento que, aunque minoritario, viene a contrarrestar esa realidad, que como toda realidad en china, cambia, corre, se transforma meteóricamente… Mi amigo Li Zhenhua es comisario de la exposición y jornadas organizadas alrededor del arte contemporáneo en China, los nuevos retos a los que se enfrentan artistas y colectivos como el del distrito 798, la importancia del arte independiente, y maneras con las que defenderse de esa mezcla de economía de mercado salvaje, anti-ecológica, especuladora urbanística y politizadora de cualquier discurso cultural.

chai-na


Chai-na, obra de Huang Rui, 2005

Los caracteres chinos escritos en esta obra son chai 拆 , que significa tirar abajo, y puebla desde hace un tiempo el paisaje del pekín pre-olímpico, repetido sobre los muros de todas las casas antiguas o viejas que van a derrumbar para construir edificios nuevos, símbolo de la destrucción y desaparición de las ciudades tradicionales en toda china,
Y Na 那, que significa “eso”, “ahí”, “lugar”…
Juntos no significan nada, o en todo caso, “derrumba eso”, “derrumba ahí”, pero se pronuncian tal y como los extranjeros, la persona de fuera, dice “China”,( en inglés, por supuesto, ya que para la gran mayoría de chinos sólo existen dos lenguas, el chino y el inglés, el resto son dialectos!)
China, en chino, se pronuncia Zhong Guo 中国, país del centro.
Con este guiño imagino que Huang Rui quiere cuestionar la apresurada occidentalización, o globalización ( anglófona, por qué no), con que se está barriendo en china con todo lo tradicional, y su inevitable pérdida de identidad. Denunciar los salvajes y ciegos planes urbanísticos o simplemente jugar con la realidad más contradictoria de su infatigable país. Se habla en todo el mundo del aumento de nacionalismo que invade la nación, pero estoy segura que gracias al humor y la ironía de los artistas, en china podremos seguir oyendo voces que respondan ante tales excesos…

9.1.07

carta de amor


En agosto de 1997 recibí esta postal de JM Carandell, antiguo profesor del Insitut del Teatre, intelectual, escritor, dramaturgo, ensayista y excelente cronista de Barcelona, que trabajó los últimos años de su vida sobre la obra de Gaudí. Hacía un par de años que ya no lo veía y cuando pasaba por Barcelona llamaba a su casa, hablaba con su mujer o intentaba visitarlo. Sufría una extraña leucemia que terminó con su vida en agosto del 2003. Esta semana, mientras iba en la bici por Barcelona me crucé con un hombre, en el que me pareció reconocer, como calcados, los rasgos de Josep Maria, sus ojos turquesas, su amplia frente, la manera en que la cabeza se sostiene sobre los hombros, seguramente se tratara de alguno de sus hijos. Durante años he releído y guardado esta postal en la que JM dice haber aprendido a mirar! él que tanto sabía! su reflexión me hace pensar siempre en un sabio chino, y me recuerda al poeta, escritor y calígrafo del sXI Su Dongpo…

Ámsterdam, 28 agosto 1997
Querida Vanessa, Ah, qué bonita tu carta, muy tuya, muy para mi. Y me encanta que me escribas porque así no queda colgada la corriente que se estableció en las clases. La única, por otra parte, pero qué una! No te hablo de Holanda porque la conoces demasiado y yo demasiado poco, aunque ahora yo empiezo a saber algo después de 7 días de sentir mucho. Qué cosa más fascinante es viajar. Sobretodo cuando la ciudad propia casi no te dice más que tópicos. Me doy cuenta de que en los últimos doce años he aprendido a mirar. Si pudiera entender las cosas tan bien como las veo! Y ahora un recuerdo para ti, la más anticonvencional de mis alumnos, la más imaginativa, la más próxima.
La casa de la foto eres tú. JM

7.1.07

a quién lo decimos


Un día, hablando acerca del libro que prepara sobre la guerra de los Balcanes, vista a través de la obra y entrevistas con escritores balcánicos, Conversaciones en torno a la Guerra, Bel me dijo que para conocer una cultura nueva, prefería antes leer ficción y poesía, que ensayo o historia. “La literatura tiene mucho más que ver con el inconsciente”. En ficción, el escritor no tiene que dar una cuenta razonada de lo que explica y siempre comunica algo más de lo que se quiere decir. Nos encontramos a menudo en el terreno de lo que no se puede dejar de decir, lo que necesita ser dicho, aún faltándonos la justificación racional del por qué o a quién lo decimos. Bel siempre me provoca el deseo de leer ficción porque a través de su mirada se me revelan las claves de la escritura más íntima, la singularidad de cada biografía y nuestra capacidad milagrosa y creadora de poder testimoniar.

El árbol y el bosque de Liu Xinwu


En una de mis últimas visitas a la librería Phenix, compré el curioso libro de Liu Xinwu, “El Árbol y el Bosque, Destinos cruzados”. Éste constituye una respuesta valiente y poética al sacrificio y anonimato con el que la sociedad china ha vivido los acontecimientos acaecidos este último siglo. Es una crítica respetuosa y constructiva a la nefasta indiferencia con la que se han tratado tantas vidas individuales, la ignorancia, el fanatismo y la falta de sentido que envuelven las grandes utopías que prefieren prescindir de lo subjetivo y lo personal, a favor de los discursos oficiales y las masas. Pero lo peculiar de esta obra es por otro lado su estilo, la voz sincera, a menudo naif de un observador que entra y sale del relato sin complejos, mezclando el género auobiográfico con la novela en tercera persona y el documento histórico…y es que el protagonista del libro no es él mismo, sino un amigo, un tipo normal y corriente, Ren Zhong, que el autor conoció en el liceo del distrito número 13 donde enseñó en Pekín en los años sesenta y cuyos sueños y aspiraciones se vieron truncados por la revolución en numerosas ocasiones. El libro está poblado de otros personajes, con mejor o peor suerte, alrededor de los cuales se va desplegando una comprometida reflexión sobre la naturaleza humana, sus anhelos y sus miserias. No tiene desperdicio el álbum de fotos, la mayoría retratos de Ren Zhong, pero también de su familia, amigos, conocidos… Liu Xinwu utiliza la imagen del bosque para hablar de la sociedad china, o de la comunidad que conoció alrededor de el liceo del distrito 13, y los árboles las personas que lo componen. “El bosque está compuesto de árboles, los árboles están en el bosque. Quien ama los árboles, preserva el bosque, quien protege el bosque, debe cuidar los árboles” (...)“Después de una época donde se han despreciado a ultranza las existencias individuales, donde se han calificado de diablos cornudos y demonios serpientes a la gente de talento es hora de tomar conciencia de cómo a base de relegar como inútiles e imperfectos a ciertos árboles, éstos lo devienen artificialmente.(…) El desafío más grande al que se enfrenta nuestra nación no es tanto el ver cómo se tratan a los árboles imperfectos, sino la manera en cómo utilizamos el talento de cada uno” Desafío no sólo de las naciones, sino también de los educadores, los padres, las sociedades…. Creo que en última instancia reclama la dignidad y el espacio necesario en la mirada del otro que nos reconozca, mirada que según Lacan precisa cada sujeto para construir su identidad social.

2.1.07

entre el placer y el goce


Además de lo ya dicho sobre la escritura china ( su imposibilidad de cerrar sentidos y la manera cortés de suspender la palabra como acto sin que ésta llegue a abolir al otro, ver post del 4 dic) existen otros conceptos del pensamiento típicamente chino que se encuentran en íntima correspondencia con esa nueva manera de colocarse en el mundo que nos propone la ética psicoanalítica. Para el psicoanálisis, el garante de nuestra salud mental y nuestra felicidad no es la plenitud, sino la falta, la falta en el ser, falta de objeto que nos satisfaga plenamente, la falta también de algunos sentidos. El vacío es, como ocurre en la pintura o pensamiento chinos, estructurante. Para dar cuenta de lo que está en juego en esta manera de abordar los sufrimientos del sujeto, Lacan distinguió entre placer y goce, siendo el PLACER la mera satisfacción temporal y parcial de los sentidos y deseos, incapaz de aportar la plenitud; y siendo el GOCE, un estado de ánimo imposible de satisfacción, ilícito y excesivo, al que cuanto más nos acercamos peor nos sentimos. La ley que limita el goce salvándonos de la locura, la barrera a este estado fusional imposible, la pone el lenguaje. La palabra es la que a través de su naturaleza intermediaria (entre quien la pronuncia y lo que se nombra) separa para siempre al sujeto de su objeto, dejando en medio, y como un resto, un vacío estructurador.
Para los chinos, cualquier fijación, cualquier exceso (también de sentido) es símbolo de enfermedad o defecto, de muerte en última instancia. Lacan entendió muy bien la moral china, que tenía más que ver con el semblante, con la cortesía, con la distancia… lo entendió mucho mejor que los new age esotéricos que asimilaron el vacío oriental a la renuncia, sin darse cuenta que hacían del vacío, un objeto más.
La felicidad sólo existirá cuando nos falte algo, (no todo por supuesto, se trata siempre del camino del centro) y eso nos permita seguir siendo sujetos deseantes. La felicidad, es un antiguo secreto chino, nunca ha hecho feliz a nadie…

1.1.07