10.5.07

memoria gruyère dao silencioso

kyoto by myboogiedown
En la busqueda de identidad y de verdad sobre uno mismo, suele ser bastante útil el mecanismo de afirmación de lo que uno no es, uno no quiere... lo he utilizado a menudo en mi vida: no soy esto, ni eso, ni aquello, ni esto tampoco... y aunque parezca futil uno puede llegar así a ir dejando en el centro un espacio, donde uno sí es, un lugar donde sí existe, y que ha ido eligiendo. Pero aunque esto ayude, no es suficiente, y la revelación de esa verdad sobre uno mismo requiere de algo más. En el análisis, como saben, se vale el sujeto de la memoria y la reconstrucción histórica, pero ésa no es una memoria cualquiera. El recuerdo ha de ser revivido, dice Lacan, con ayuda de los vacíos. No podemos confiar íntegramente en la memoria, y por eso las investigaciones de Freud se centraron en todo aquello que la psicología desestimaba: los sueños, lapsus, resistencias, defensas, fallos y sinsentidos. No se hacen listas de comportamientos, o de síntomas, ni se apilan interpretaciones y definiciones, todo eso no sirve de nada. Se estableció, además, que cuando uno habla, lo hace generalmente dirigiéndose a alguien que no está ahí, a un tercero, y que a través de sus identificaciones imaginarias y mentales, uno ocupa lugares invisibles pero estructurales, en sus relaciones con los otros, con ese Otro tercero y con la realidad El análisis sirve para reconocer cuáles son esos lugares, quién es ese tercero al que seguimos dirigiéndonos todo el rato sin saberlo, y en última instancia otorgarnos la posibilidad de re-organizarlo de nuevo. Como de lo que ahí se da cuenta es de aquello que, como el dao, no se puede acabar de nombrar nunca, (el inconsciente, las fantasías y el fantasma, la falta en ser) de un sentido que no puede ser fijado y que en el momento en que se lo identifica, se desplaza y se transforma de nuevo en otro objeto, petit a, de todo lo que podemos dar nosotros cuenta es de los contornos que bordean y sostienen en pie el espacio agujereado, que con sus agujeros y sus vacíos, no obstante, nos permite navegar, atravesar, seguir moviéndonos, y por lo tanto existiendo, creando y viviendo. Por eso, la búsqueda de esa identidad (identificaciones para Lacan) y de verdad a la que me refiero nada tiene que ver con lo que a uno le dicen que es, ni siquiera con lo que uno dice que es, no tiene que ver con las constelaciones familiares, los horóscopos, las tallas ni destinos familiares o genéticos. Uno es lo que puede, lo que le queda, lo que le dejan, lo que consigue, lo que se atreve a ser.

4 comentarios:

Belnu dijo...

Muy buena esta última frase, o sobre todo, muy exacta

Dante Bertini dijo...

entro y me digo: fantástica ilustración la de las niñas algo desequilibradas por su lance free de abanicado vertiginoso, mas luego miro más abajo, que ya es ayer, y me encuentro el otro vértigo, no me atrevo a llamarlo sensual ni hitchconiano, el del gran gruyere de la existencia con su tahijitu bicolor...
usted me asombra, vanessa.

atizame dijo...

sí, yo también pensé que era magnífica ilustración del momento...

Anónimo dijo...

Sí, las fotos de este blog siempre son un gustazo, no sólo por lo que son sino también por cómo ilustran...