Cuando anochece en los valles el viajero busca cobijo donde pasar la noche. Ve altos juncos que crecen por todos los lados. Los reúne con una brazada, erguidos tal y como se mantienen en el campo y los ata por la parte de arriba: al momento ya dispone de una choza donde descansar. A la mañana siguiente, antes de emprender el camino, desata los juncos, la choza desaparece, y vuelve a convertirse en un campo indiferenciado de hierbas. El paisaje natural parece recuperar su forma pero quedan huellas minúsculas del refugio. Algún junco doblado o aplastado, otro anudado aquí y allá. Queda también la memoria de la choza en la mente del viajero, y en la mente del lector que lee la descripción*. El wabi-sabi, la noción japonesa para la belleza de las cosas imperfectas, mudables e incompletas, se refiere precisamente a esas trazas delicadas , evanescentes, que rodean el vacío. La estética japonesa del wabi-sabi, asociada en sus orígenes a la ceremonia del té, está inspirada en el budismo chan chino y en la atmósfera y expresión de la poesía y pintura monocromática de la dinastía Tang, cuyos poetas hemos citado a menudo aquí. Y eso he rencontrado estos días hojeando otra obra china mucho más antigua, esa nueva versión en español del Yi Jing. Por primera vez el texto se me revela más allá de su función oracular como un texto filosófico chino, desprovisto de todas esas connotaciones esotéricas orientalistas con las que lo suelen asociar. La traducción, rigurosa, evita complacernos con el gusto de lo exótico indescifrable y, al contrario, nos invita a través de una elección más literaria y filosófica, incluso racional, a otro tipo de lectura, si duda más china. Me pareció muy significativa la traducción del título del último hexagrama, el número 64, Wei Ji , con el que se cierra este enigmático libro. La traducción de R. Wilhem, que hasta ahora servía de referencia para el lector español como la más seria y literal, lo traduce como Antes de la Consumación; la traducción de Jordi Vilà y Albert Galvany, en cambio, utiliza las palabras Consecución incompleta. Mientras en la primera parece poderse anticipar una promesa de consumación, de completud o incluso conclusión, la segunda parece querer evitar voluntariamente ese espejismo, reenviándonos de nuevo a un cambio, a una nueva oscilanción, a lo eternamente incompleto...
15 comentarios:
Hola objeto a! Qué hermosa esa noción de las cosas imperfectas, el wabi-sabi. Con cada uno de tus post voy conociendo algo más sobre la cultura china y japonesa, y realmente me sorprende esa forma de pensar el mundo, y al leer la definición del wabi-sabi quede fascinada´. Hay tantas, pero tantas cosas por conocer que cada vez que descubro algo, en este caso a traves de este post, me alegro de que el mundo no sea solamente lo que vivimos todos los días, sino tambien lo que no vivimos, lo que no sabemos, lo que está oculto, velado, y que en determinadas oportunidades se des-vela para sorprendernos.
Lo eternamente incompleto, como nombras al final, la belleza imperfecta, impermanente e incompleta, tres palabras que se oponen al mundo globalizado de hoy, pero que gracias a vos volvi a encontrar (o descubrí) para sorprenderme feliz por ser incompleta, pues de otro modo, del lado de nada falta, desde la completud, no lo podría haber hecho.
Hermoso post!
Gracias y abrazos!!
En cierta manera me estás y me estáis influyendo en mis pensamientos tanto tú, Vanessa como los lectores de tu blog, a mí me atrae la idea de lo incompleto, lo que ha de morir y la bipolaridad y ambigüedad, lo débil como elemento que tiene toda la fortaleza del mundo, o lo no simétrico, la humildad y la racionalización de los bienes, no suelo tirar nada de lo que no pueda hacer uso aunque cuando me lío a tirar, la verdad es que en lo único que me separo es en mi orden. El wabisabi es un poco como el romanticismo alemán pero de otra forma, tiene la épica de lo alemán pero la racionalidad y la vitalidad de lo chino y japonés, de lo zen. Me gustaría que estas ideas filosóficas dieran como resultado un nuevo renacer de la conciencia en el mundo y un nuevo ordenar el caos en que la cultura occidental ha llevado a la psique y a la naturaleza.
Ahora que parece que todo ha de tener sentido, y si no no es "bueno", un poco lo incompleto y falto de él, por ser él el sentido, estaría muy bien, ver la vida como algo imperfecto, amar los cuerpos imperfectos y las mentes barrocas y poco simétricas, yo ya lo hago, te lo aseguro, pero una golondrina no hace primavera, a ver si China nos da un nuevo ejemplo de lo que es capaz el ser humano.
Bien te dejo, es muy tarde y voy a leer un poco sobre wabisabi en internet para enterarme un poco más del tema. ¿wabisabi, un estado de la mente? es esa la traducción ¿no?, ah y voy a leer el post de Carla también, que parece interesante. Venga chao, besos y un fuerte abrazo.
Caramba, éllos han sabido poner un nombre a esa belleza que defiendo en lo literario, en mi eterna discusión con mi cerebral amigo serbio, que no comprende que yo defienda libros imperfectos estructuralmente, irregulares, pero que me han sacudido o conmovido o cambiado más que otros estructuralmente más perfectos pero para mí más huecos. Yo defiendo esa belleza también, la única a la que puedo aspirar en lo que escriba... Y qué interesante esa otra lectura billeteriana del I Ching, perdón Yi Jing?
SE ve que no has entendido mi comentario anterior, o has interpretado mi última frase como una crítica o un posicionamiento nostálgico que no estaba en mi cabeza. Yo en asuntos chinos te sigo a ti, y por ti a poch, a anne-hélène y a billeter si un día llego a leerle, puesto que soy consciente de mi ignorancia. Es más, en cuanto a transcripciones de otros alfabetos, por ejemplo eslavo o árabe, antes aquí se seguía a los franceses o ingleses, lo cual era absurdo, y ahora se procura hacer bien, yo incluida. Por tanto, ¿cómo iba yo a posicionarme contra este cambio? No voy a renegar de la edición que yo tengo, que me gusta, pero comprendo y supongo que la nueva aporta otras cosas, claro que sí.
Consecución incompleta...
Cuanta magia en tus textos!
Abrazo incompleto.
Te sere muy honesta al principio he leido tres veces wasabi y yo decia pero si eso es lo que se come...en fin...
Me encantó el post de hoy es muy claro y super entendible, me gustó esa imagen de la choza creada de la nada solo con la ayuda de la naturaleza...y sobre todo me aclaras un poco la conversacion que has tenido con Dante en el post anterior... con tu explicacion del Yi Jing...
Gracias a tus post me he dado cuenta que nuestro vocabulario es muy escaso ellos con dos palabras pueden expresar lo que nosotros tenemos que hacer una frase para decir...
Besitos guapsima y me pica la curiosidad del libro, sera que es de lectura entendible para alguien como yo que de filosofia poco o casi nada....
Mas besitos!!!
Justo ayer, leía en Palabras de Chantal Maillard, que el término indio rasa, se aplica a la emoción estética, y que tal vez tenga algo que ver con la palabra compuesta de la que hablas. Lo bueno de la cultura china, para nosotros, es su posible reinterpretación, la que podemos hacer de su enorme frondosidad. Es una cultura abierta, no estricta, pienso, abierta a interpretaciones, y universal por ello, cosa que es de agradecer. Es decir, que no sólo es útil según su cultura, si no además trasladable a otras, todo esto hablando en términos de filosofía, o de metafísica, etc. Lo incompleto es tan cierto como lo imperfecto, y es tanto así, que no existe otra cosa. Y también como dice Maillard; sólo somos capaces de construir los marcos de las ventanas, en un trabajo de carpintería, por los que observar el mundo.
iluminaciones.
hola a todos!! gracias por vuestros comentarios!no me he podido pasar a contestar antes, estoy algo desbordada y me voy unos días por trabajo a Dubai-by!
pero a la vuelta vuelvo a la normalidad,
gracias a todos! por los iluminados insights!
abrazos
Por supuesto que no todo lo pasado fue mejor -descalificadora y superficial sentencia- pero tampoco nada de lo recién editado, por ese sólo hecho, resulta más profundo, completo, preciso.
Para mí el Iching nunca resultó oscuro. Daba posibilidades a mi imaginación, ya que no pretendo que sea un libro "científico" sino una aproximación poética a las circunstancias vitales.
exacto Cacho! ahora sí que lo has entendido, el I Ching leído como libro-oráculo mejor que no diga demasiado y así cada uno lo llena con lo que quiere y se deja llevar por sus propios instintos y derroteros poéticos,
si en cambio alguien desea leerlo como libro esencial del pensamiento y filosofía china, con la traducción a la que aludes, va un poco de cráneo. Y en cambio con esta nueva versión, más rigurosa en ese sentido, podrá hacerlo de manera más inteligente y clara
es como si alguien criticara a Anne-Hélène Suarez de traducir los poemas de Li Bai, siendo ella gran experta en chino antiguo, en pensamiento chino y su poética, porque Octavio Paz hubiera traducido a ese poeta esencial hace 20 años. El pobre Octavio Paz fue un gran poeta pero de chino antiguo, la verdad es que no sabía mucho, por lo que muchos sentidos escondidos y sutiles se le escaparon
Me adhiero a tu felicidad; ciertamente, nuestra imperfección tiene su belleza, por incompleta, como la diferencia entre las dos traducciones del número 64 que citas. La "incompletidad" (¿cual sería el nombre?) sugiere futuro.
(Espero que estés disfrutando la experiencia en Dubai. Me gustó volver a verte el otro día. Por cierto, Odette te manda recuerdos a través de mi blog, aquí. Un petó)
Mmm, no llego a tiempo para el post, cuando vuelva habrás posteado un fragmento sesudo y mágico oriental, de esos en que se ve lo que no se ve, como las marionetas chinas. Bon stage! Y felicita a los Pacos (todos) de mi parte!
Very rich and interesting articles, good BLOG!
Publicar un comentario