30.1.09

la inteligencia emancipada

monje en Taiwan, by Sabine Weiss
"la música es un mensaje sin palabras, un lenguaje sin semántica, que se encuentra fuera del registro de la verdad"(entendiendo por verdad la adecuación de un discurso a la realidad) -escuchaba esto hace unos días en un programa sobre filosofía y música presentado por Rafael Enthoven en arte. El "fuera del registro de la verdad" me llevó inmediatamente al libro de Davoine al que anhelo poder dedicarme unos días, en esta época aún llena de paréntesis. Esta semana, en cambio, y a raíz de una mesa que intento organizar sobre psicoanálisis y teatro contemporáneo para el Espai Freud, he leído con verdadero entusiasmo el libro de Jacques Rancière, El espectador Emancipado, publicado en una pequeña editorial francesa combativa que me gusta mucho, la fabrique. A partir de un libro suyo escrito a finales de los ochenta titulado El maestro ignorante, se le pidió a Rancière que reflexionara en torno a la figura del espectador y el público en el arte y teatro contemporáneos. Aquel libro anterior recogía la historia de un personaje que existió en el s XIX en Francia, un excéntrico y revolucionario filósofo y pedagogo llamado Joseph Jacotot, que afirmaba que un ignorante podía enseñar a otro ignorante algo que él desconocía. Predicaba que quien enseña sin emancipar, embrutece, prescribía a los maestros "explicadores" que no hacían sino provocar sometimiento y oponía lo que él denomina emancipación intelectual a la intrucción del pueblo, la razón de iguales a la sociedad del menosprecio. El saber no es un conjunto de conocimientos, es una posición. Y el maestro ignorante no lo es porque no sepa nada, sino porque ha abdicado de ese saber de la ignorancia. No enseña sus conocimientos a sus alumnos sino que los guía, les pide que se aventuren en el bosque de cosas y signos, que digan lo que han visto y lo que piensan de lo que han visto. Lo que ingora es la desigualdad de las inteligencias. Rancière rescata el personaje y su historia para cuestionar una buena parte de las críticas que se le hacen al espectador de hoy, y de paso hace tambalear algunos supuestos sobre las artes escénicas que datan de los griegos. Discute para empezar esa idea de que el espectador es un ser al que el drama y los actores van a abrirle los ojos. También cuestiona el que mirar equivalga a pasividad, la mediación formal a simulacro; pone en duda la oposición entre colectivo e individual. El arte actual no utiliza la escena para imponer o hacer pasar un mensaje, tampoco reside ahí la eficacia del arte teatral. Lo que nos ofrece es la posibilidad de una separación, de una disensión, de una distancia que neutralice y que deje en suspensión toda relación determinable entre causa y efecto, entre la producción de formas de arte y la producción de un efecto determinado sobre un público determinado. Existiría pues una disyunción en la que el sujeto quedaría libre, disponiendo de un espacio fuera del juego jerárquico en los régimenes de percepción. Uno siente no sólo lo que quiere, sino como quiere. "Cuando seres destinados a permanecer en el espacio invisible del trabajo que no deja tiempo para hacer otra cosa, toman ese tiempo que no tienen para afirmarse copartícipes de un mundo común, para hacer ver lo que no era visible, o escuchar como palabra discursiva sobre lo común lo que era escuchado como mero ruido de cuerpos.(...) Si la experiencia estética concierne a la política es porque se define como experiencia de disensión, opuesta a la adaptación mimética o ética de las producciones artísticas con fines sociales. " El libro acaba analizando principalmente obra de artistas conceptuales y plásticos y como ven mantiene un tono esencialmente filosófico, y a mi me ha resonado mucho lo psicoanalítico y me ha parecido ideal para el diálogo. También me ha permitido seguir pensando el lugar de esa disidencia china, que hasta ahora nunca me había interesado demasiado, y a la que gracias a la lectura de algunos textos de Liu Xiaobo encuentro un nuevo sentido. Aun así no sé cómo encontrar más artículos y libros suyos, aunque sean en chino. También muy interesante esa idea de Ian Buruma de que el auge económico parece ser la única fuente de legitimidad que le queda al Estado unipartidista chino, y que en estos momentos de inestabilidad económica mundial debería hacernos pensar en otras alternativas.

14 comentarios:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Yo creo en la línea que tu expones que el arte no debe tener un fin, ni un sentido, nada debe descansar sobre un fin último ni sobre un sentido, otra cosa es que choquemos en nuestras vidas como por un azar que nunca es azar con un sentido, pero el arte ha de ser eso algo que pueda tener lógica como no tenerla, porque en el fondo es la expresión de lo que podríamos llamar el alma humana, el inconsciente, un poco como quejarse a los dioses, o a la nada, o construir castillos en un aire que por muy ligero que sea existe, es el último grado de la comunicación que junto a la unión de dos cuerpos ya forma el todo, arte y amor es el todo, o debería serlo, en lo que disiento y lo lamento por no llegar a ello es en la unión entre lo individual y lo colectivo, ahí estoy desde hace mucho tiempo dividido y es mi única división, que ya me trae problemas, pero aunque soportables también insolubles, la filosofía china es muy basta y ha tendido puentes de "diálogo" a la nada, a los dioses, a las personas, al amo, a todo, y es posible o ha de ser posible, y es mi última esperanza en que tome las cenizas de occidente para dar un conjunto más de años de lucidez. Bueno un poco me das esa luz en las tinieblas que me hace falta después de tanta fatalidad como se ve, se lee, se toca, se siente en Occidente, China a pesar de sus políticos, y no sé hasta qué punto los políticos no son la representación de lo que hay, aunque lo dudo en el caso chino, que es más bien una toma del poder de aquellos insensibles a los que les gusta estar por encima, a pesar de todo es la última barrera de la historia, o así lo creo.
Bien Vanessa me voy a dormir que mañana he de seguir con mi trabajo, voy a darme una pequeña ducha y a dormir tranquilo. Besos.

Belnu dijo...

Sí, el siempre interesante Rancière tiene razón y yo aprendí -recuerdo una profa de ciències de l'educació, de geografía, llamada Pilar Benejam que nos enseñó cómo desmitificar y cambiar la figura del maestro-sabio que enseña para reivindicar la del maestro-guía que investiga y explora con los alumnos, compartiendo con ellos sus recursos y su pasión de buscar, y que no se trata de transmitir datos sino esos recursos de búsqueda y esa pasión por la materia-, para mí eso fue una revolución y luego la he visto aplicarse en algunos museos, que renunciaban a enseñar al vulgo para conectarse y transparentar lo que ocurre en una ciudad, en un feedback distinto...
Bonita foto! Y el título...

Belnu dijo...

Y gracias por la celebración de ayer, llena de espíritu Li Bai y de brindis en las montañas con vino de arroz, como tú dijiste, con Anne-Hélène y Amaia en un sitio tan bueno....

Dante Bertini dijo...

en los últimos días vi tres películas que podría etiquetar como clásicas: una historia bien contada con un pulso firme en la dirección, cuidadas ambientaciones, impecables y sensibles actuaciones.
Dos de ellas logran, además, plantearnos dilemas morales, éticos, filosóficos.
Me gustan más, las prefiero.

Tiene que ver con lo que has escrito?

frikosal dijo...

Me parece interesante lo que dices, yo he pensado muchas veces en esta idea de enfocar la enseñanza no como una transmisión de conocimientos si no más bien como una guía para que los estudiantes los redescubran por si mismos.

Anónimo dijo...

Hola Petit a, soy Qibasho.
Te sigo y te leo, aunque pocas peces intervengo.

Quiero preguntarte cosas.

Voy en busca de un maestro de pintura, sumi-e y demás, en China y Japón, para este verano.

No hallo información.

Te escribo por si me podrías ayudar y/o aconsejar; se que compartimos intereses similares.

Si puedes, por favor, escríbeme y hablamos. Te lo agradecería enormemente.

mi mail y web los encontrarás en:

http://qibasho.blogspot.com/

Muchas gracias, y una vez más, felicidades por tu excelente trabajo.

Ephemeralthing dijo...

Una visita aun museo es para mi una experiencia individual, en cambio el asistir a un espectáculo es como un ritual colectivo. Cuando todos los asistentes encuentran sagrado dicho ritual normalmente la experiencia suele ser gratificante, haya gustado más o menos lo visto y oído. Cuando los asistentes se dispersan y desacralizan la situación la experiencia es bastante triste por mucho que nos haya gustado lo contemplado y escuchado.

jarta dijo...

Me agrada la figura del maestro ignorante de Rancière, el maestro guía que provoca la inquietud del alumno para llegar, por si mismo, al saber. Pero mi ideal, yo que huyo de los excesos, sería una mezcla proporcional entre ambos enseñantes, el maestro guía, y aquél que solo recita su saber. Existen conocimientos que no pueden ser descubiertos autónomamente en una vida. Eso si, lejos de la imposición o el sometimiento, y bien cerca de la razón de iguales, y del respeto.

Interesante la Carta 08, que desconocía.

el objeto a dijo...

sí, Bel, algo de esa inteligencia empancipada hubo en el encuentro libainesiano del sábado, liberador y alentador!

Cacho, sí, eso es lo que he creído entender de Rancière, y en todo caso es de lo que intentaba escribir, reivindicar la inteligencia y la libertad del espectador, del lector, del visitante, sin el cual el juego perdería sentido. Yo vi una peli rarita pero que me despertó muchas cosas y sólo por eso la agradecí, La leyenda del Tiempo, de Isaki Lacuesta, en una de las historias una japonesa deja su país para venir a San Fernando en la búsqueda del cante de Camarón!

me alegro que te interesase ese personaje rebelde Frikosal, no está mal al menos probar a mover un poco las cosas, para que la rutina no pueda con unos y otros, para recuperar sensaciones nuevas, también en esas lecciones que se repiten año tras año

antídoto, Rancière utiliza aquí ese personaje para hablar del espectador y el público del arte y teatro, que no ha de ser tratado pedagógicamente según él, y yo estoy de acuerdo. Tampoco en su libro anterior defendía sus métodos algo extremos como único modo de enseñar, pero sí le parecía que su experiencia y su osadía habían servido para poder cuestionar algunas cosas, y proponer otras nuevas. Freud por ejemplo decía que las tres profesiones imposibles eran educar, gobernar y psicoanalizar! algo hay que hacer frente a los imposibles, verdad?

Mariano! hacía tiempo que no te visitaba y te tenía perdido. Gracias por tu visita y tus amables palabras. Sobre lo que me preguntas me pongo a averiguar algo, yo personalmente no sé en estos momentos. EStos días estoy algo desbordada por tareas varias pero escribo a un par de amigos aquí y allí y te digo algo.
hablamos estos días...

Ephemeral yo hecho de menos esos encuentros colectivos, cada vez voy menos al teatro, pero también sucede visitando alguna exposición y museos. Dentro de dos fines de semana tengo entradas para una compañía de danza belga que ha tenido ese efecto en mí en varias ocasiones, y vienen con la pasión san mateo de bach, me muero de ganas!

el objeto a dijo...

y hola Vicent, que ahora me doy cuenta de que no te había contestado. Me ha gustado mucho eso que dice sobre el arte como algo lanzado sin un fin único y ese choque nuestro con un sentido,
Es bonito por tu elección de palabras, a veces yo también creo, no se trata sólo de "encontrar" o ponerle un sentido a algo, sino que se produce un "choque", un encuentro casi físico, por lo real que eso conlleva, por lo que se nos escapa también del sentido,

no sé en cambio si estoy segura de lo que dices sobre esa imposibilidad de la unión entre lo individual y lo colectivo. Por supuesto que muchas veces son dos realidad irreconciliables, otras en cambio la barrera no existe. A ver si escribes algo en tu blog un día de estos al respecto y te leo,

abrazos

Ephemeralthing dijo...

¿Les ballets C de la B?, tengo entrada para el viernes 13. La sesión promete, Bruselas es un centro creativo de primer orden en el ámbito de la danza, de todo lo que he visto este curso en el Mercat lo que más me ha gustado fue la compañía de Thomas Hauert que aunque sea suizo trabaja en esa ciudad.

Anónimo dijo...

Yo también he visto siempre alguna relación entre teatro y alocado psicoanálisis. El intérprete asume una impostura que no es la suya. Pero que en parte si lo es. Por no hablar del proceso de formación de un actor, que siempre anda con un pie en otro lado.. Yo creo que gran parte de la danza ahora es en gran medida psicoanalizante.
está claro que trasmitir bien, es difícil, pero despertar el interés sólo es cuestión de saber y ejercitarse en esta tarea. Algunos profesores supongo, olvidan esto... y esto a la postre es crucial en la formación de una persona.
Es verdad que el arte contemporáneo ha dejado muchas cosas en suspensión, de ahí las críticas a su incompensión modernas, y su complicada interpretación, o su opacidad, si no es sicoanalizándolo un poco, aunque no siempre. No hablemos ya de cuando el arte habla de sí mismo, y es cuando el espectador, o se interesa vivamente a sale de la sala.
...La música es un mensaje sin palabras, incluso un espacio o lugar.
iluminaciones.

Lirium*Lilia dijo...

Me encantó este post. El tema del maestro guía, todo un tema. Y los links muy esclarecedores.
Sabemos que es más difícil la tarea del maestro guía, pero creo que la mejor forma de enseñar es dejar que cada uno recorra el camino a su ritmo, vaya descubriendo cosas de acuerdo a sus intereses, sobre todo en lo que a arte se refiere.
Un beso. Excelentes las fotografías de Flickr y la del monje.

el objeto a dijo...

Se me habían quedado sin contestar estos útlimos comments..!
Sí, Ephemeral, voy mañana a los Ballets C. de la B., tengo muchas ganas, luego comentamos, y gracias por la recomendación de Thomas hauert que me perdí pero buscaré en la red...

"el intérprete asume una impostura que no es la suya pero en parte sí..." esa oscilación tiene algo de psicoanalítica, tienes razón, Iluminaciones
y me ha intrigado eso que dices de que gran parte de la danza de hoy es psicoanalizante,

la música puede ser un lugar, no es mi caso pero creo que hay gente que se siente vitalmente acogida en ella, encuentran un lugar para ellos

el libro de Rancière me hizo mucho pensar en tu blog, paradigmático de esa inteligencia emancipada, de ese lugar del saber (interpretativo) que le ofreces al otro

hola Lirium!
la enseñanza del arte es de las más difíciles, ahí si uno no saber hacer de guía y ocupa el lugar de amo sabio lo único que hace es frustrar al alumno,
me alegro te gustaran las fotos! flickr es mi oráculo!
abrazos