11.5.09

me he auto-secuestrado

permanent machine, by masaaki miyara

para acabar el dichoso semestre . El viernes apenas pude escaparme al baff a ver el documental Children of God del joven coreano Yi Seung Jun. Me apetecía más ver otras películas, sabía que posiblemente no tendría tiempo de hacerlo todo y sin embargo seguí mis pasos, que me condujeron a aquel relato extraño sobre la vida de unos niños que subsistían gracias a lo que podían robar o recoger en un antiguo crematorio del Nepal, de las ofrendas que los familiares de los difuntos lanzaban sobre el río Bagmati: ropa, monedas y algo de comida. Era impresionante presenciar el cruce entre los vivos, los desahuciados por enfermedad hacinados en diminutos centros médicos, los muertos siendo incinerados y ese entre-dos-mundos de la pobreza extrema, desde el punto de vista de los niños. También impresionaba por lo directo de la mirada. Creo que para un oriental la visión de la muerte no está como para nosotros mediatizada por la culpa y el tabú, no está reprimida de la misma manera, por eso lo que a mi inteligente acompañante, una brillante realizadora de documentales, le parecía una obscenidad y una impostura, constituía para mí los rastros de un camino alternativo, otro lugar desde donde mirar el real de la muerte para el que, según Freud, nos falta inscripción. En otro momento le preguntan a la madre-sin-techo y alcohólica de uno de los niños por qué bebe tanto y ella responde: “eso sólo Dios lo sabe”. Efectivamente, me dije, del goce propio, sólo el Otro sabe. Y la locura, ya lo dice Davoine, adviene cuando no hay Otro a quién llamar, cuando no hay Otro que responda. Ante el reproche de mi amiga sobre el poco cuidado formal yo me acordaba de las palabras enigmáticas de Shitao: En el origen de la vulgaridad se encuentra la estupidez, en el origen de la estupidez se encuentra la ceguera de las tinieblas. Es por lo que el hombre perfecto sólo puede penetrar y comprender, y del hecho que penetre y comprenda hace que transforme y cree. Acoge los fenómenos sin forma, domina las formas sin dejar huellas. Emplea la tinta como si la obra ya estuviera acabada, y maneja el pincel en la no-acción.
Estaré ausente unos días, leyéndoles a ustedes, en todo caso, intermitentemente.

10 comentarios:

Belnu dijo...

"Y la locura, ya lo dice Davoine, adviene cuando no hay Otro a quién llamar, cuando no hay Otro que responda."
Esa frase me ha hecho estremecerme, porque la he asociado a distintas cosas. Una, la más externa, la escena que acabo de presenciar en el librero de la calel Berlinès, donde ha entrado un hombre, borracho, pidiendo un libro a trozos, ha dicho que estaba completamente colgado y que por favor, nadie tuviera en cuenta su estado... Otras más próximas.

Belnu dijo...

Ah, la foto es asombrosa

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Sólo podemos manejar el pincel en la no-acción, solo podemos comprender en base a lo ya vivido y si no hay nadie que responda a nuestro vacío, a nuestras súplicas gracias al psicoanálisis nos creamos un Otro sustitutivo, esa es mi opción, no sé si en verdad es acertada.
Sólo comprendemos lo que hemos sentido, porque solo sabemos o intuimos lo que siente el otro cuando nosotros hemos pasado por algo similar, y en la no acción hemos de actuar porque no podemos cambiar nada, influir en nada a nadie para nuestro beneficio de comuncicación.
Bien te dejo Vanessa, hasta otro artículo en el que te sienta como amiga otra vez, que ya lo eres.
Venga un fuerte abrazo.

... dijo...

frente a tu título, no sé si llamar a la guardia civil o desearte una pronta auto-liberación.

el objeto a dijo...

sí, Bel, es estremecedora, porque habla de esa inmensa soledad que uno siente cuando hay algo que necesita compartir, humanizar, dialectizar, y no hay nadie con quien compartirlo, porque aún uno no sabe cómo hacerlo compartible, como hacerlo pasar por "el pacto del lenguaje"



En psicoanálisis el Otro con mayúsculas es además ese lugar inconsciente dese dónde brota nuestro deseo y nuestro discurso sin que lo sepamos. L que pasa que para construir ese Otro, que no es más que un lugar, lo hacemos a partir de nuestras relaciones primordiales con los otros importantes. El deseo de la madre sobre nosotros, por ejemplo, nos sirve para producir nuestro propio deseo, y en esa época la madre actúa como gran Otro..

Vicent, no sé qué pensarás tú pero yo no estoy de acuerdo con eso que a veces se dice de que no hay Otro en la psicosis. Por supuesto que hay Otro, lo que sucede es que en determinados aspectos o ámbitos ese Otro es un Otro sin falta, abusador, que lo sabe y lo puede todo, y el trabajo es el de ir pudiendo inscribir una falta en ese Otro para que no pueda con nosotros.
El único sujeto para el que el Otro no existe, o al menos lo niega todo el tiempo es el autista, y aún así, con trabajo puede hacerse que surja esa relación necesaria.

Davoine utiliza aquí el Otro como interlocutor privilegiado, sea un confidente, un analista, alguien que pueda escuchar eso que uno necesita poder poner en palabras, transmitir, para liberarse de ello, para humanizarlo.

En fin, yo no hablo más de teoría porque considero que hay que hablar de ella cuando uno la tiene tan interiorizada que puede hablar de ella con palabras simples... y yo aún no lo consigo,


gracias Cacho por preocuparte, no hará falta la guardia civil, unos cuantos días más y pronto me auto-libero,

abrazos!

Anónimo dijo...

Preguntarse siempre ha sido bueno, ya sea sobre la muerte o sobre otras cosas, aquí uno elige. Las razones están ahí. Y no sólo en nosotros como dices. También en las respuestas que nos dan a preguntas a veces inverosímiles, y en la escucha...
iluminaciones.

odette farrell dijo...

Vicent,

Tienes razón, solo podemos comprender el sufrimiento del otro si nosotros ya lo hemos sufrido...

Petite,
Me gustó el concepto de manejar el pincel en la no-acción, pero no lo entiendo del todo...

Y puedo preguntar a dónde vas?

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Sí, quizá tengas razón Vanessa, debe ser como un poner límites a ese Otro que es en la psicosis omnipotente, un poco lo que se aprende en el psicoanálisis, corrígeme si me equivoco.
Un abrazo de Vicent.

Gise =) dijo...

A travez tuyo y de tus explicaciones sigo descubriendo la enorme diferencia que hay entre los orientales y sus ideas tan amplias de la vida que nos toca vivir, de como son capaces de aceptar situaciones que para nosotros son tan dificiles y a las que no podemos, en mas de un caso, hacer frente.
Besitos guapa y disfruta de lo que hagas mientres estes ausente del blog!!!!

jarta dijo...

Concéntrate y ánimo.
La reclusión es, en determinados momentos, algo vital.
Un petó.