28.2.10

de la ficción y del exilio

old photo at Okinawa Soba's

Miquel Bassols escribió hace unos días en su blog acerca del número "i" y los números imaginarios, que no existen más que gracias al lenguaje y no tienen referente en lo real (la raíz cuadrada de – 1, por ejemplo). Su naturaleza es muy similar a un concepto freudiano y por eso los utilizó Lacan para dar cuenta de uno de los elementos más potentes y operativos con los que trabajamos: el falo simbólico. Ese falo, -señala Bassols-, que "Freud empezó a escuchar a diestro y siniestro como el que se encontraba a faltar en el cuerpo de la madre o de las demás mujeres, ese falo que los psicoanalistas de hoy en día siguen escuchando en la intimidad de su consultorio" a sujetos masculinos y femeninos, niños y no tan niños. Me gusta imaginarme a Freud en pleno descubrimiento de eso a lo que todos aludían, cuya existencia se revelaba innegable, y sin embargo era invisible, inasible. Bassols lo relaciona con el carnaval de los sexos y lo libidinal, puesto que "su función es la de ataviar al sujeto en sus más barrocas florituras a esconder lo que falta y sugerir lo que no existe detrás del velo, en el juego de mostrar y esconder tan propio del carnaval de la vida".
Pero lo cierto es que no hace falta pensar únicamente en cómo nos relacionamos en el baile veneciano con el otro sexo, todos sentimos que algo nos falta siempre, aunque no podamos situarlo en el cuerpo, ni tampoco en un recuento disciplinado de los nombres y las cosas con las que llenamos la existencia, por eso cuando el analizante intenta cernir algo de su sufrimiento, ese número imaginario pero plenamente operativo entra en acción. A mí me cuesta dar cuenta de ello en sesión analítica, aunque sea tan fácil escucharlo e identificarlo ¿cómo hablar de ello sin acudir a nuestra jerga, que es excesivamente críptica? Nosotros, siguiendo a Lacan, distinguimos entre lo que nos falta simbólicamente y de lo que estamos privados en lo real: “nada falta que no sea del orden simbólico, la privación corresponde a lo real". Cuando Lacan dice que el falo es un significante, habla de que como con cualquier significante, la asignación de significado no es universal ni unívoca, y que el sentido no le viene dado por sí mismo sino en relación a otros significantes y asignaciones de sentido que nosotros creamos. Pero me gusta mucho eso que escribe Bassols acerca de una realidad exiliada de lo real, “ni es ni no es, anfibio entre el ser y nada”, porque yo reconozco parte de esos paisajes de exilio, en mí y en los relatos que escucho de los demás. La existencia está llena de fugas...

8 comentarios:

Belnu dijo...

Qué bonita foto...
Yo, en mi incapacidad, sólo me quedo casi con esa última frase: La existencia está llena de fugas... y pienso (aunque no sé si pensamos en el mismo tipo de fugas),¡por suerte!
Veo que has podido vencer al ejército de virus enemigos...

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Ya estaba preocupado por tu silencio Vanessa, yo no te amo pero te estimo como amiga.
He descubierto que fuera de la lógica del falo hay algo más.
Un beso de amistad a una chica guapa y gracias a Dios que estás bien, por muchos años que nos conozcamos.

Adelarica dijo...

todo esto me recuerda a la Teoría del Objeto Puro

http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_objeto_puro

según la cual, entre otras muchas cosas, la irrealidad es condición de posibilidad de la realidad

(conocí mucho a su autor y ese libro es algo que te recomiendo vivamente)

el objeto a dijo...

Sí, Bel, por suerte! a mí la explicación de Bassols de esos elementos operativos que sólo existen en nuestro lenguaje, -nuestras ficciones- y no en la realidad, esa idea de "exiliado de lo real" me ha conectado con los exiliados ermitaños chinos en búsqueda de su verdad.
NO, mis problemas de virus NO ESTÁN para nada solucionados! escribí desde otro ordenador, y aún sigo exiliada ;-(

hola Vicent, sí, demasiados problemas estos últimos días, virus informático, pluriempleada y con una pequeña intoxicación alimentaria, a ver si esta semana consigo ir poniéndome al día. Como tú dices, yo también pienso que fuera de la lógica del falo hay mucho más!
hasta pronto y gracias

hola Álvaro,
sí que es bonita esa teoría, se parece mucho a la lectura de Lacan de la teoría Freudiana, quizá por eso hacia el final de su enseñanza, uno de los últimos seminarios de Lacan están dedicados a un escritor como Joyce.Intentaré leerlo. gracias y abrazos

Anónimo dijo...

Es verdad que nos movemos por la falta de algo, o por la pérdida de algo desconocido?. O por completar, reunir, falsamente, en apariencia algo incompleto? ese "nada falta que no sea del orden simbólico, la privación corresponde a lo real"
Y tal vez, la falta de significante ayude algo en todo esto.
iluminaciones.

odette farrell dijo...

Matemáticas...hacía siglos que no oía esos términos. Mi hijo recién me preguntaba sobre los logaritmos, y ahora en tu blog me encuentro con los números imaginarios :)
esos deseos que nos persiguen, y en cuanto saciamos uno aparece otro... por qué? otro término matemático acaso como el infinito?

el objeto a dijo...

hola Iluminaciones!
sí, me intereso estos días por esa falta imaginaria, que no coincide casi con lo que realmente sí nos falta, y como giramos alrededor de ella, tapándola, mostrándola, dejando que ella nos defina o al revés. Son juegos de ficciones, necesarias, quizá?
gracias por pasarte!

Querida Odette,
sí, esa fuga hacia un deseo que ha de ser infinito también,
El otro día unos científicos hablaban en la radio de que incluso en las matemáticas, en la ciencia pura, todo eran interpretaciones, ya que las realizábamos seres humanos, seres de sentido y significado. Veo que tus hijos están a tope en sus estudios en UK!
abrazos

Dante Bertini dijo...

usted lo dice mucho mejor que yo, siguiendo las líneas de su pensamiento...prefiero callar y decirle solamente ¡hola!