Pieza de Lucy Orta, Refuge Wear, Studio Orta
Ayer por la tarde acudí al col legi de metges de Barcelona a escuchar la intervención de Bel en unas jornadas psicoanalíticas sobre la degradación amorosa, aportando ella su punto de vista desde lo literario. Como le dije al salir, sus palabras me parecieron de lo más sugerente para la escucha psicoanalítica y es que según lo veo, lo que hace que el psicoanálisis se salve y se aleje para siempre de la casposa e impotente psicología es el hecho de que una vez establecidos los modelos, patterns, estructuras y fórmulas topológicas que están ahí para organizar con cierto rigor el trabajo del analista, lo que de verdad cuenta es cómo cada sujeto construye y luego reconstruye, escribe y reinventa su propia historia a través de su subjetividad y en relación a los demás. El psicoanálisis ofrece por lo tanto un espacio donde toda esa invención, paralela a la literaria, pueda desplegarse. Y lo interesante o dinámico, creo, es que en ambos casos no se trata de la construcción narcisista de uno consigo mismo, sino de uno en su relación con el mundo, con el otro. Esta semana me acordaba mucho del trabajo de Lucy Orta, su Refuge Wear y sus prendas y performance Nexus, que aunque ya tienen unos años, sigo soñando encontrar un día en las calles de Barcelona. Lucy viene del mundo de la moda y empezó esta serie creando prendas que se transformaban en tiendas de campaña, escafandras urbanas y kits de supervivencia para hacer frente a las situaciones de precariedad, movilidad y nuevos espacio vitales de nuestras sociedades. El trabajo de Lucy reflexiona alrededor de conceptos como la propiedad, la arquitectura urbana, catástrofes sociales, problemas como el de la vivienda, o desempleo, éxodos y migraciones, pero también y sobre todo sobre la relación del propio cuerpo con el otro, con el espacio urbano y el lazo social. Y de una ecología que como decía Paul Virilio, no es sólo física, sino mental. Paul Virilio se interesó mucho por el trabajo de Lucy y escribió un precioso ensayo sobre tu obra, pero es en un librito breve fruto de una entrevista, El cibermundo o la política de lo peor, donde reivindica con más libertad, esa necesidad de recuperar al otro, recuperar la lengua, volver a lo real del cuerpo a través del espacio urbano, del paisaje, de la arquitectura. Dejar de fantasear en lo imaginario sobre el más allá, la ciencia atómica y genética y las estrellas, la ilusión de un saber ilimitado, para volver a los límites del cuerpo y de la comunicación, los límites del otro y en el otro. Virilio avisa ya en los 90, no hay ganancia sin pérdida, el accidente es para él un milagro al revés, un milagro laico, un revelador, de que cada tecnología lleva consigo su negatividad, su aspecto de regresión (como muestran las piezas de Lucy). “Inventar un barco es inventar el naufragio, el avión el accidente aéreo. El desarrollo de la tecnología sólo puede hacerse a través del análisis del accidente.” Como en la vida. Me gusta aún más su idea de que la arquitectura es la primera medida del mundo, de que las casas no deberían servir para alojar o proteger al hombre de la intemperie, para eso, dice, la caverna ya estaba bien. Habitamos en espacios con proporciones que dan un sentido a nuestra escala, y determinan nuestra relación con el mundo, y por lo tanto con el otro. Por eso su política del paisaje. Hace diez años que escribía que los conflictos en los suburbios surgían debido a esa falta de paisaje. “Existe todo el confort que se puede desear, pero no se da ese estado del ánima, sino el carácter infernal de un lugar abandonado por todos.” El otro no puede desaparecer, porque cuando lo borramos de nuestro horizonte también nosotros desaparecemos. Y para que se produzca el encuentro con el otro ha de haber un espacio que lo propicie, un paisaje que permita ocupar nuestro lugar.
june swoon
Hace 10 años
9 comentarios:
brava!bravísima!brava!
como a una diva de la ópera
aplaudo una vez más sus palabras inspiradísimas...
gracias cacho de pan, me sonrojás, pero nuestras conversaciones sobre casas, y las fotos de lloyd wright de esta semana me hicieron recordar lo que me gusta la arquitectura, y estas piezas tan inspiradoras
Tienbe razón Cachodepan, qué interesante y hábil deriva discursiva en este post, de la necesaria invención asociada al otro a la necesidad de ese paisaje-espacio que propicie el encuentro. La verdad es que yo metería al 99,9% de los arquitectos en la pura cárcel o les prohibiría ejercer, y al 100% de los constructores, porque lo llenan todo de horror y ya no nos queda paisaje ni casas con azufaifo (hoy lo he puesto en el blog y hoy han llegado los primeros obreros)...
se me ocurre que quizá tirarán, horror, el árbol...
hace unos años se dijo que todos los árboles de la ciudad estaban catalogados y no se podían echar abajo sin cosecuencias graves...
tal vez llamar al ayuntamiento?
digo, o atarse a él con lazos indestructibles, cual la tita cervera de bonnemaison y los plátanos de madrid o el senyor carod y don zapatero...
buenísima esta foto, es lo más parecido al traje de un caracol humano
uy, cuánto pa leer! gracias por la visita!
voy leyéndote...
sí, un caracol humano y otros seres de lo más diversos, las piezas de Lucy son una maravilla, gracias Mr. E.
y muniequera, yo te visito desde hace tieeeeeempo, soy una gran fan tuya!!
Muy bien! Y vigílame al azufaifo...
TITA CERVERA. DE LA OBSESIÓN POR LA “BARONÍA” A LA LEYENDA DE LA MAYOR HERENCIA DE EUROPA DE SU HIJO BORJA, que parece no es tan “mayor”, ni la COLECCIÓN la mejor privada del Mundo.
Por Rafael del Barco Carreras
Y en el cuento de la Cenicienta, amor y patriotismo desmesurado, que genera una venta al Estado por 44.000 mil millones de las pesetas de 1993 (sin impuestos y en Suiza), más otros miles de millones para las obras del MUSEO THYSSEN, intervienen la CASPOSA PRENSA, parte de LA FAMILIA REAL, y unos cuantos vividores que dan cuerpo a la fantasía y pelotazo. El PAPANATISMO de nuevo al servicio de un “excelente negocio”. Y el tema continúa con más ventas, pues ni entonces vendieron TODA LA COLECCIÓN, ni lo MEJOR de ella, y abierto el camino continuarían comprando para después “vender” al ESTADO, siempre el mejor cliente del mundo. Sin entrar en discutidas malicias editadas por Europa, y de algún técnico dudando de la autenticidad de algún RUBENS. Una autoridad mundial a la que se acallará, como se despidió al director del Prado por incordiar con aquello de que en los sótanos de la Pinacoteca Nacional había más y de mejores. A nadie se le ocurrirá la retroacción por posible falsedad de la compra de ese Rubens. ¡Que más da un Rubens más o menos!, todos los museos del Mundo exhiben falsificaciones, además sería, según el autor europeo, del mejor falsificador de todos los tiempos, DE HORI, al servicio del Barón.
Viví, a través de mi socio ANTONIO PARÉS NEIRA (que por desgracia me presentó a su abogado Pascual Estevill) el desembarco en Barcelona de TITA CERVERA, tras su ruinoso y ruidoso matrimonio con ESPARTACO SANTONI. Tito, administrador de la sociedad arrendataria del HOTEL RITZ de Barcelona, además de anfitrión y hotelero de TITA (gratis total y con madre incluida), fue el primer “gerente” de la FUNDACIÓN THYSSEN, sin aun existencia legal, y murió distanciado de los “BARONES” después de distinguido entre los pocos españoles en la boda de Londres y antes de ver culminada la gran venta. En la necrológica de su amigo, el periodista de la Vanguardia Sandoval repetiría aquello de “que solos se quedan los muertos”. Tenía 52 años, y demasiadas cosechas y noches gastadas. El Ritz, en decadencia entonces (por ello traspasado “gratis” por su anterior arrendatario Gutiérrez Manchón, con mi intervención y asociación), 1978, era una especie de “hotel de los líos”, donde los cuadros, buenos y falsos, formaron parte de los enredos. Los enjuagues vividos y oídos (hasta en primera persona por Tita) entretuvieron mis horas de cárcel en 1993, escribiendo una novela que una vez impresa nadie quiso distribuir. EL MUSEO CONDE VON TURNER. Desde luego una fantasía que no cuadraba con lo que nos vendían a través de la prensa, pero indiscutiblemente quizá más cerca de la realidad de lo que la Baronesa defiende con uñas y dientes, amenazando con abogados, o parapetándose tras la Familia Real. En definitiva la compra la ratificó con carácter de urgencia la Comisión Permanente de las Cortes, una vez disueltas por convocadas las elecciones de 1993, con de nuevo GONZÁLEZ de Presidente a pesar de los pronósticos (el carisma y la poca dentadura de la oposición de Aznar dejó pasmados a los socialistas con cuatro años por delante para limpiar la casa, en lo que coincidían con sus socios los de Pujol), por lo que nada a objetar en cuanto a sacramentos legales. Pero un tiempo aquel de demasiadas corrupciones para no torcer la nariz ante semejante urgencia y dinero. La venta por AMOR, embadurnada con intensas campañas de cesiones gratuitas o cheques en blanco en Inglaterra y EEUU, se desarrolló y remató con matemática ingeniería. Se conoce a los “mejores abogados del País” que intervinieron en la operación pero a ninguno de los “mejores técnicos en arte”. Una tacada de 800 cuadros que por venir de donde venían, y con padrinos conocidos, se declararon DOGMA DE FE.
Personalmente no creo que la NUERA, en el supuesto que aplique una mínima parte de la FILOSOFÍA DE VIDA de su suegra, horade tanto la FORTUNA THYSSEN que devuelva a la Baronesa a los tiempos de BARCELONA, pero es evidente que le jode que una aficionada pizpireta lo intente y consiga sustanciosos mordiscos. ¡A Noé con inundaciones!. Ese AMOR, cree ella, tiene tantas connotaciones con el suyo que lanza toda su caballería para impedirlo. El amor materno le traiciona, surgen las vísceras, mal enemigo en su pirámide de naipes. Pero ¡cuidado!, recibiendo mucho más de lo imaginado y merecido por su encantos y el amor que inspiraba al viejo Thyssen, no valora que ella le aportaba un País salido del fondo de los siglos, con amigos para compartir libaciones y capacidad de maniobra, donde a nadie se le ocurriría dudar de un “barón”, que no era barón, y con trayectoria vital relegándole a fiestas mediterráneas con señoritas de compañía. Un País a propósito para “reblanquear” cuadros y restos de fortunas de procedencia nazi (una práctica normal en el franquismo), y tras la muerte de Dictador, apareciendo tanto “fantasma” y mafioso con yate y jet que de no ser por la capacidad mediática de Tita, y las relaciones públicas de Tito Parés, dominando cinco idiomas (los dos se conocieron de estudiantes por Suiza), el barón, uno más. ¡Una pena que José Luis de Vilallonga muriera sin explayarse!.
A propósito, el hijo BORJA se parece más a mi “amigo” el “godo” TITO PARÉS, más canijo, con hijos de tres madres, más o menos al mismo tiempo, que al señalado como padre el “mediterráneo” MANOLO SEGURA.
Y otra curiosidad, cuando después de mis tres años en la cárcel de nuevo conecto con Tito, iniciados los 84, me habla del Barón, y él, que dejé con un hotel en franca quiebra, es no solo rico, sino multimillonario, con adosado en la selecta Pleta del “Vall de d´Arán” donde residen los Reyes en sus estancias invernales, se construye una casa en Llabaneres, y ha comprado y duplicado su piso en Turó Park. La crem de la crem. Yo tenía graves cuentas pendientes con él, pero ante tanta magnificencia y proyectos aparqué mis reservas. Su mayor obsesión, la compra de pintura a como diera lugar. Decía tener un catedrático de Bellas Artes en Córdoba que lo certificaba todo. De no tener ni idea de arte, se había convertido, igual ahora Tita, en todo un experto.
Ver www.lagrancorrupcion.com
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