4.5.07

revelaciones

Unveiling by mboogiedown
En una extraña pero importante carta a su amigo Fliess, la famosa carta 52, Sigmund Freud habla sobre su concepción del aparato psíquico a partir de la formación de estratos de material que se crearía en forma de transcripciones. Para él la memoria no se podría identificar como una historia lineal y única sino como varias versiones o historias, transcritas en varias clases de signos. Las sucesivas transcripciones representarían nuestro devenir psíquico en diferentes épocas de la vida. Entre las percepciones y la conciencia, existirían dos otros registros o transcripciones inaccesibles a la conciencia: el signo perceptivo, primera escritura de las percepciones, y el inconsciente, segunda escritura, vinculada ya a un cierto orden y asociaciones; la conciencia sería la tercera escritura o trascripción, ligada ya a imágenes verbales. En este texto, oscuro y complicado para mi, Freud dice cosas como que la conciencia y la memoria se excluyen, o que los desórdenes psíquicos son atribuibles a una falta de traducción entre alguna de las transcripciones sucesivas de las distintas épocas de la vida, por pura represión. Yo he de reconocer que en esta lectura solitaria no m’en surto , y me consuelo con la esperanza de que alguno de esos analistas brillantes e inspiradores como Mercè Altimir, me ayuden a entenderla mejor y traducirla algún día. Pero estos días de viaje fílmico del Baff, me han hecho pensar en esas capas de residuos, de signos escritos que corresponden a diferentes tiempos cronológicos, referidos y vividos a través de esas películas asiáticas y de mi vida en asia, y de una especie de revelación tranquila que se desprende de todas esas historias contadas, de esas traducciones inacabadas Y pensaba en cómo Mercè explica el conocimiento en Lacan (uno de los mejores lectores de Freud, si més no): para acceder al inconsciente no se trata de perforar, agujerear y descender a sus profundidades, sino que éste se encuentra en la articulación, en la relación de unos signos con otros, y de lo que se trataría es de dejarlos hablar, de permitir, como hacían los primeros escritores con los signos primitivos trazados en los caparazones de las tortugas, que se revele la escritura grabada con fuego. Hay en el pensamiento chino, como en el psicoanálisis, esa importancia de la revelación de la escritura interna: la de las vetas internas del jade –como en el carácter 理li-, la de las pierres des rêve para el pintor que desea aprender a pintar paisajes, las propias leyes de la tinta china sobre el papel de arroz, el aliento en el gesto del calígrafo, la nervadura del universo, cuyo micro mapa está en el propio cuerpo. El trabajo de un análisis no estaría del lado del arqueólogo que desentierra los secretos sepultados dolorosamente, como muchos piensan al referirse a Freud, sino de la revelación de la escritura interna y del trabajo posterior de reescritura y traducción, que apunta a una cierta noción de in-finito, de algo que nunca se acaba de escribir. En el cine como en los sueños ese trabajo parece más evidente, la sensación de estar viendo siempre la misma película, aunque ésta siempre sea diferente. Este año gracias a la sección retrospectiva del Baff con magníficas películas chinas de los años ochenta he descubierto todo un cine que ya nadie hace y a través del cual se revelan elementos esenciales de esa manera de narrar, de entender y de escribir

7 comentarios:

Belnu dijo...

Qué bonito post y qué maravillosa foto! Los signos en los caparazones de las tortugas (tartorugas en italiano, creo)con sus traducciones inacabadas, y en efecto, yo aún necesito dejar caer unos posos para escribir impresiones de esta borrachera oriental del Baaf estos días, sólo que en mi cabeza siempre será más fragmentado, más tentativo, porque nada sé de allí, excepto lo leído...

Anónimo dijo...

De todas formas, me sorprende que para ti Freud sea oscuro y en cambio, el endemoniadamente difícil (o casi imposible para mí) Lacan te resulte tan claro y transparente. Yo sólo "entiendo" a Lacan por impregnación de las palabras, es decir, entiendo una frase y las de alrededor me transmiten algo más oscuramente, como si sólo accedera a revelaciones situadas dentro pero las cortezas y pieles se me resistieran. La idea de esos estratos y sus traducciones incompletas tiene sentido.

el objeto a dijo...

bueno, es que los textos que más nos atraen de Lacan son ya de una época que escribía como quería, pero si lees los primeros seminarios son mucho más comprensibles, te voy a enviar algo...

l_blue dijo...

wuau, absolutamente de acuerdo, pensaba lo contrario al inicio del post(El psicoanálisis ya lo olvidé, no es un mal método como aprendizaje ja,ja... como en la danza, primero la técnica y luego ya puedes improvisar o expresarte)De todos modos ya lo decía mi querida Clarice Lispector: la psicologia traspasa...para escribir he de situarme en el vacio. Este cine es magnífico y me trae a la memoria el de Andrei Tarkovski, es un buen ilustrador de lo que dices.(De todos modos, me quedo con una obra: Fenomenologia de la percepción. Merleau-Ponty)
L_blue

el objeto a dijo...

hola lady blue, ayer leía a Lacan escribir sobre Merleau Ponty y sobre la utilidad de servirse de los vacíos!! a mí también me encanta C. Lispector y su Descubrimiento del Mundo... gracias por tu visita

Xavier dijo...

me apunto a los envíos de sminarios lacanianos, si pot ser.
petons

Anónimo dijo...

Muy bonito post! Me llama mucho la atención un post sobre esta temática. Estudio psico en la Unviersidad de Buenos Aires y pensaba que en españa poco se decía de Freud y de Lacan. Me maravilla Barcelona y más ahora tras esta sorpresa.