pintura de Kitagawa Utamaro
Parece ser que durante los primeros años de la floreciente, próspera y cosmopolita dinastía Tang (en aquella época llegaban a China estudiantes y monjes de Corea y Japón, jefes y guerreros turcos, khitanos y uigures, emisarios, artistas del Asia Central, comerciantes de la India, Siria, Persia y Arabia, mahometanos, budistas, maniqueos, nestorianos..) fue la emperatriz Wu Zhao o Wu Zetian, concubina de dos emperadores la que convirtió la poesía en requisito para los exámenes oficiales, y por lo tanto para el ascenso en los cargos públicos. Muchos funcionarios eran poetas dedicados al servicio del estado, y los deberes administrativos les obligaron a recorrer largas distancias para ocupar puestos en las fronteras, de aquí la añoranza, el lamento por la separación, el destierro, la amistad y las visitas como temas recurrentes en sus obras.
Un nuevo poema de Meng Haoran que me ha hecho pensar en la velada de ayer con Bel, bebiendo vino y poniéndome al día en noticias sobre el azufaifo
Visito la aldea de un amigo
El amigo prepara mijo amarillo con pollo
Me invita a su casa campesina
Verdes árboles protegen el pueblo
Montañas azules descienden hasta la muralla
La ventana abierta mira al huerto,
Con el vino charlamos de asuntos del campo
Con la llegada de la fiesta del doble sol
Volveré a contemplar los crisantemos
Regresé tarde a casa con una grabación que me prestó de franceculture sobre el famoso pintor de estampas japonés Kitagawa Utamaro, conocido sobretodo por sus bellos retratos de mujeres. En el programa intervenían historiadores del arte y conservadores expertos, intercalaban sus comentarios con poemas y música. Escuchar las descripciones de las láminas, las traducciones y el original de los poemas, fue todo un viaje. El arte de la estampa está muy ligada a la historia de la antigua ciudad de Edo ( actual Tokio) y fue desde sus inicios un arte de los artesanos, del pueblo, para el propio pueblo, fuera del dominio de la corte del emperador en Kyoto. La obra el Utamaro se encuentra ya en el siglo XVIII en el diccionario de las imágenes del mundo flotante, -concepto budista adaptado en s XVII al mundo laico, de los placeres, del teatro, las cortesanas y todo lo efímero
Vivir solamente el instante, contemplar la luna, la nieve, el cerezo en flor, y las hojas de otoño, amar el vino, las mujeres y las canciones, Dejarse llevar por la corriente de la vida, como la calabaza vacía flota en la corriente del río
Los monjes habían enseñado a leer a los comerciantes, mujeres y niños, el pueblo pudo desarrollar su arte, lejos del universo de los nobles. Así, una de las modelos favoritas del pintor era la hija de un artesano de pasteles de pasta de soja azucarada. Describieron láminas de insectos con libélulas rojas y escarabajos malvas. En ese libro de los insectos aparecen asimismo lagartos, serpientes y ranas, animales todos ellos cargados de afecto por parte de los japoneses. En primavera la gente va a contemplar las flores, en otoño se reúnen para escuchar el ruido de los insectos, alrededor de una botella de licor y buenos platos, si posible.
Mis lecturas estos días son interrumpidas por el trabajo y el cansancio y no me ha dado tiempo a buscar realmente, pero me preguntaba si la concepción corporal de la cultura china (japonesa y coreana por extensión) no estaría más cerca en ciertos aspectos de la concepción del cuerpo en psicoanálisis. Efectivamente el cuerpo para el psicoanalista no es el cuerpo de la anatomía, del fisiologista, ni siquiera el del biologista o el filósofo. No es que se ignoren las alteraciones bioquímicas o que se quiera negar las conclusiones de la ciencia médica, sino que eso no se encuentra en el centro de sus preocupaciones. Para el psicoanalista el cuerpo es el lugar del goce y del deseo, de su relación con el dolor, la pérdida, el otro, en su dimensión especular, objetual y también real, de su relación con el significante, cómo se inscribe éste en la escritura corporal del sujeto, cómo se manifiesta la simbología del síntoma. En la cultura tradicional china también existe una concepción del cuerpo en la que el funcionamiento de los órganos no tiene sentido si no es dentro de una visión global, articulada en base a un aliento interno que lo recorre y lo habita. Pienso el en gesto de un calígrafo, en la relación del cuerpo del ser humano con el paisaje, las resonancias, la falta de modelo, de esquema externo. Aún no sé cómo todo esto liga. Pero en fin, continuará…
june swoon
Hace 10 años
8 comentarios:
recién te descubro, vengo de cacho de pan, y por el nombre del blog, no pude con mi genio...
Ante Lacan, freudiano él, no me pude resistir...
Hojeé tu blog rápidamente, y encontré planteos interesantísimos.
En este último, la concepción de "cuerpo", que no coincide para nada con el biológico, es un tema de por sí impresionante. Al menos me shockeó mucho al conocerlo.
El golpe de la palabra, del lenguaje en el "organismo" (para distanciarlo del concepto de "cuerpo), que conmueve, agujereando los contornos de las pulsiones, y adviniendo un sujeto de esta operación, me ha resultado un "descubrimiento" totalmente clarificador, con las consecuencias que esto trae, para el infant.
Bueno, lo que me intriga es tu relación con el oriente. Y me encantará saber cómo conectaste ambas cosas, ya que en alguno de tus posts, hay planteos muy interesantes sobre la palabra -mejor, el significante- para los orientales...
desde ya, pasaré con más tiempo.
un abrazo.
te dejé otro comment en el post anterior...
Ostres, el ginjoler! Soposo que deu estar viu, no pas com l’últim que vaig veure l’estiu passat al jardí de la meva cosina a Figueres que a hores d’ara deu estar ajagut en algun racó del taller de l’artesà a qui el van donar, o bé tocant sardanes.
Aquest blog em fa por... Tantes coincidències!.El ginjoler que ve de la Xina, la Xina, la cal.ligrafia, la poesia xinesa , Wang Wei, el llibre de Pierre Rey –wang que pot traduïr-se per rei , i ara Utamaro i les estampes shunga amb “Amants a l’habitació superior”.
Sí, todo liga. El gesto mil veces repetido del calígrafo, que es único y espontáneo en la ejecución del trazo. Todo el cuerpo participando del gesto de la creación, la mente en reposo y el pincel danzando. La energia vital, el aliento interno que dices, el qì, “le souffle” ... ¡Qué vértigo!.
el cuerpo tiene sus razones, que diría la Therese Bertherat (Your body knows better)y a veces sus llamados son gritos y su cansancio o su deterioro son insoslayables. No hay palabra que pueda con ello.
sí, cacho, ese grito del cuerpo al que no se le pueden poner palabras es lo Real, que como agujero sin significantes, insimbolizable, solo podemos bordear, y existir desde allá fuera. Lo importante está en cómo cada uno vive desde ese borde, y los recursos y palabras con que uno pueda y sepa hacerlo, y en eso, usted es maestro, vesso fuerte
anónimmo, no sé qui ets però sí, el ginjoler sigue vivo (todas y ultimas noticias en el blog de Bel, en los links) y esplendoroso, a la espera de noticias por parte del Ayuntamiento y demás autoripadres... entre la cantidad de nuevos amigos y defensores que se ha hecho el azufaifo gracias a la incansable campaña que han llevado a cabo Bel y Ninca, ha aparecido también por aquí un artesano de tenoras que nos apoya para salvar el árbol,
gràcies per la visita i per les conexions, jo que sempre pensava que només eren possibles al meu cap, sempre em sorprenc que algu més les comparteixi!
Así que Ishiguro se refería a eso cuando escribio lo de su artista del mundo flotante, claro... Lo leíste?
Qué bonito poema del mijo amarillo y los crisantemos, como un resplandor plácido con el vino... Y también me encantó Utamaro, robé dos imágenes de tu link, dos mujeres preparando pescado crudo y dos amantes bajo un futón...
Veo que hay un buen ambiente de afinidades sorprendidas por aquí, me alegro!
Y creo que ese Anónimo no es el mismo que el mío, no... B.
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