25.12.07

de mitos y mujeres

Emei Shan by Water Bowl
Es Lacan en el seminario XVIII el que, citando la sabiduría popular, dice que si se quiere saber la verdad sobre un hombre, es en la relación con la mujer donde se encontrará. Ella es su “hora de la verdad”. La mujer como gran Otro, disfruta de una mucho mayor libertad en su relación con el semblante y funciona como pesa-persona. “Para pesar a una persona, nada como pesar a su mujer.(…) Ella conseguirá darle peso, incluso a un hombre que no lo tenga” Pedro Ceinos dedica su último libro, Leyendas de la Diosa Madre (y otros mitos de diosas y mujeres de los pueblos de China), que acaba de ser editado por la editorial Miraguano, al estudio y traducción de los antiguos mitos y leyendas sobre las diosas y mujeres en los distintos pueblos de china. Y es que para este "cazador de minorías", para poder entender y conocer aspectos y fundamentos, muchos de ellos prácticamente desconocidos hoy en día, de la cultura tradicional china, hay que irlos a buscar en la cultura, creencia y mitos de los pueblos situados en la periferia de su imperio. Lakhan habla del mito también en relación a esta verdad. El mito, presentado bajo la forma de relato, no es sólo una ficción sino que además presenta una estructura, una estabilidad, relacionada con algo que siempre aparece y que él llama la verdad. “En toda ficción correctamente estructurada es palpable esa estructura que, en la propia verdad, puede designarse como igual a la estructura de ficción. La verdad tiene una estructura, por así decirlo, de ficción.” En el libro Pedro recoge mitos de pueblos chinos, pueblos Zhuang-dong, sino-tibetanos como los Hani, Yi, Jino, o Jingpo, de los Miao-Yao, de los uygures, de pueblos mongoles, man-tungús (entre los que están los manchúes), y los autronésicos (de la zona de Birmania y Yunnan) y los divide en cuatro bloques: mitos de la diosa creadora, de la diosa civilizadora, en tiempos matriarcales, y los referentes al fin de las Amazonas y el Reino de las Mujeres, con algunas interpretaciones curiosas y preciosas sobre las prendas de ropa, cinturones o delantales de las mujeres. Aparecen mitos y leyendas que nunca habían sido traducidas antes a una lengua occidental, y es que el autor posee una de las bibliotecas sobre minorías chinas más grandes que he visto nunca. Las historias están repletas de mujeres y diosas valerosas que vomitan y abren sus piernas para parir y crear el mundo y cobijar a los seres que lo habitan, llenas de soles, ríos, lagos y montañas, de dragones, animales, árboles y hombres cazadores que se convertirán en los primeros padres. Se me hace evidente otra de las constataciones de Lacan en el seminario 4 sobre el caso del pequeño Hans, y es que toda creación mítica responde a una pregunta, y consiste en enfrentarse con una situación imposible mediante la articulación sucesiva de todas las formas de imposibilidad de la solución. (…) No olviden que el significante no está ahí para representar la significación, sino más bien para completar las hiancias de una significación que está literalmente perdida. Los significantes no están ahí para documentar una realidad sino para colmar los agujeros y los vacíos que el individuo se encuentra en el camino y es así como se pueden leer estos relatos, que tejen con exquisitez y finos hilos ese lugar en el que las diez mil mujeres chinas se han sostenido durante milenios adentro y afuera de esas fronteras geopolíticas que, como vemos, se difuminan en seguida.

8 comentarios:

Dante Bertini dijo...

Mi estimada lakhanchinófila: acabo de colgar un post que roza el mito y las leyendas, masculinas estas.
Sus mujeres que vomitan y paren niños me resultan cercanas. Aunque sin ojos rasgados, siempre anduvieron por allí, batiendo sus alas de hadas-brujas "madrinales".

Unknown dijo...

lakhanchinófila.

La course à la vérité.

bonjour vanessa. merci pour ce post, merci pour ce beau commentaire du séminaire XVIII, vous contribuez à l'éclairer par ce commentaire croisé de Pedro Ceinos. J'ai une question :
est-ce que la photographie des tricots est une piste topologique sur le mythe selon lacan ? est-ce que vous proposez une réponse topologique à la question du mythe (lakhan a dit que "le collectif n'est rien que le sujet de l'individuel" ; il dit aussi que "Dans la course à la vérité, on n'est que seul, si l'on est tous, à toucher au vrai, aucun n'y touche pourtout sinon par les autres." (dans "Le temps logique", 1945, in Ecrits)

en tous les cas, merci pour cette belle image-tricot.

bien à vous,
Yann Diener (Paris)

cf. aussi : René Lew, "Pourquoi s’intéresser aux tricots et aux
embrouillaminis ?", séminaire du 10 octobre 2003 : http://www.google.fr/search?hl=fr&q=ren%C3%A9+lew+tricot&meta=

Belnu dijo...

Ah esos relatos tejidos por mil mujeres chinas, y las raíces colgantes de ese gran árbol, y sobre todo, esas mujeres que dan peso incluso a los que no lo tienen: yo he visto eso muchas veces. Diría que por eso algunos se quedan para siempre perdidos cuando les abandona una mujer de esas, aunque ellas no entiendan por qué.

el objeto a dijo...

querido Cacho, gracias por tu nueva palabra-tesoro-cadeaux! me lo quedo!
te he contestado en casa tuya,

me alegro te gustara y te hablara ese árbol Bel, la imagen me hizo pensar en seguida en ti, y algunas de esas historias de cómo las mujeres se las apañaban para salvar los obstáculos y preservar los relatos, el peso, su libertad

me ha gustado mucho esa idea de carrera a la verdad, course à la verité, cher Yann, dans laquelle on n'est que seul, mais à laquelle on n'y touche que par les autres, c'est juste là la place du mythe, sa place topologique, j'imagine...
juste comme une course dans la quelle on ne peut pus s'arreter, où on ne peut plus être tous seuls

suis toute heureuse elle vous ait plu, elle vous ait parlé cette photo et l'image-tricot,

votre,
va.

Belnu dijo...

Sí, a mí también me gustó esa carrera hacia la verdad (con su Soledad del corredor de fondo, ¿te acuerdas de esa novela? a mí me dejó un eco largo...)

Anónimo dijo...

No sé porqué me ha venido a la memoria el Banquete de Platón..
impromptu.

Belnu dijo...

El banquete de Platón me encantó, es buena asociación!

el objeto a dijo...

sí, yo le cogí mucha manía a Platón a l final de mi adolescencia, y ahora con Lacan me estoy reconciliando, la verdad