Real Jardín Botánico de Madrid, by gloriadon
Hice una escapada este fin de semana a la sierra madrileña para encontrarme con unos amigos patagónicos muy especiales y sus preciosos hijos. De regreso a la capital y después de cumplir con ciertos compromisos y disfrutar de la hospitalidad de amigos y familiares, sin tiempo para ninguna exposición ni paseo, arrastré mi exigua maleta por uno de mis lugares favoritos de la ciudad y una auténtica joya en este país arboricida: el Real Jardín Boténico de Madrid. Siguiendo la receta de Bel, me encomendé a los árboles centenarios bajo las ramas de un enorme Ginko, de cipreses robustos y altísimas y bellas secuoias, me sentí protegida y agradecida, admirada de la belleza y la diversidad de esos árboles y plantas que me hablaban de otros continentes, de mis viajes realizados y otros todavía soñados. Me llevé un libro magnífico parra leer en el tren, El Error de Descartes, de Antonio Damasio, neurólogo, investigador y hombre de luces. A medida que uno se aleja de la gente prejuiciosa e ignorante sin experiencia ni criterio, a medida que uno deja atrás el oscurantismo y pseudo-cientifísmo de los desafortunados new-age de la psicología y las “n(e)o-ciencias”, uno se da cuenta de que, en el fondo, quienes trabajan con rigor, honestidad y algo de valentía en los movedizos y a veces oscuros ámbitos de la psique humana, acaban coincidiendo en lo básico. Tal y como me habían dicho, -y ahora que ya tengo las bases teóricas para entender de lo que me están hablando-, he comprobado que la neurociencia actual está confirmando las bases neurales del descubrimiento freudiano acerca de la subjetividad y la experiencia del inconsciente. A quienes enfrenten las posturas científicas y la neurobiología con el psicoanálisis, les invito a actualizar sus lecturas sobre el tema y seguir informándose.
Damasio, además de ser un respetado investigador y profesor universitario en EEUU, citado a menudo en obras de referencia , es un magnífico comunicador, que me resulta poético:
“Los sentimientos, junto con las emociones de las que proceden, no son un lujo. Sirven de guías internas y nos ayudan a comunicar a los demás señales que también pueden guiarles. No son intangibles y esquivos, contrariamente a la opinión científica tradicional son tan cognitivos como otras percepciones. Son el resultado de una disposición fisiológica curiosísima que ha convertido el cerebro en la audiencia cautiva del cuerpo”
Damasio identifica en seguida el error actual de confundir el fenómeno con los componentes y operaciones que pueden encontrarse tras su apariencia. No expone sus ideas y ya está, sino que antes de defender ningún punto de vista ha desplegado un abanico de datos y casos clínicos, que hacen que no sea necesaria mayor justificación. El error de Descartes es para él el de separar cuerpo y mente, su tesis de que pensar es igual a ser, cuando se trata precisamente de lo contrario, en principio fue el ser y luego el pensamiento. Es a partir de nuestras estructuras corporales/cerebrales que apreciamos la realidad. El cuerpo, dice, es la vara de medición de la realidad. No sabemos a qué se parece la realidad absoluta. Y lo que diferencia nuestra mente de la de otros seres que también poseen mecanismos neurales es la creación de representaciones (neurales) que se convierten en imágenes (aunque no sean del todo visuales y puedan estar regidas por otro sentido, sean sonoras, de lenguaje…) Estas imágenes no se almacenan como fotografías ni se archivan, la memoria no consiste en recuperar, traer de algún sitio escondido. La memoria, tal y como él comprueba con personas que han sufrido diversas lesiones, es reconstructiva.
Tampoco existe un único lugar en el cerebro capaz de llevar a cabo una función cognitiva, sino que éstas surgen del concierto de varias zonas al mismo tiempo. A la hora de rememorar desencadenamos la reconstrucción en áreas diferentes. Al querer recordar un lugar, una cara, una voz, una frase, dice, ésta se encuentra distribuida, diseminada por todo el cerebro.
Parece ser que algunos matemáticos y físicos describen sus pensamientos más abstractos dominados por imágenes, a menudo visuales e incluso somatosensoriales.
Pero estas imágenes y representaciones organizadas topográficamente no son suficientes por sí mismas para configurar la mente. Hace falta que sean vividas como propias, correlacionadas en un complejo sistema de relaciones, que aunque comparable y compartible con otros, es único en cada individuo, y constituye su subjetividad, la base neural de su yo.
Damasio fue el primero en afirmar que las emociones, lejos de lo que se cree tradicionalmente, son necesarias para poder razonar correctamente. Resultó fascinante su estudio de grandes casos de la primera mitad del siglo XX de pacientes con graves lesiones en el lóbulo frontal, como aquel famoso Phineas Cage, cuyo cráneo fue atravesado por una barra de hierro. De regreso tuvo que interrumpir la lectura, que espero poder acabar este fin de semana. Inch’allá!
june swoon
Hace 10 años
14 comentarios:
Leí hace un tiempo "En busca de Spinoza" que me deslumbró. Este hombre es tan fantástico que a una le cuesta creer que exista (sobre todo cuando se tienen reticencias respecto a cierto lenguaje científico). Voy a seguir tu recomendación y además releeré el otro. Gracias.
Un abrazo.
Desde hace mucho tiempo he estado completamente convencido de que las sensaciones, los sentimientos son los que conforman el pensamiento, sí, quizá primero se es, decirte sin embargo que yo existo, el ser lo dejo para la utopía, pero sí, primero se es y después se piensa, quizá sea el error del "cogito ergo sum" de Descartes, pero bueno, descartes nos deja la posibilidad de pensar que todo está en nosotros, en no substancializar la realidad como se había hecho hasta la época, es el idealismo puro.
Es una gran noticia que la oigo no sé si por primera vez pero creo que no, aunque me alegra en grado sumo que la neurociencia actual está mirando y corroborando las tesis de Freud, yo creo que oír a los pacientes no nos dice nada más que lo que en verdad hay, sin ningún tipo de eventualidad teórica, sino lo que los que sufren nos enseñan, la "verdad" entre comillas del cerebro; y me ha gustado también tu artículo por lo de que la consciencia, el pensamiento, el lenguaje no está sólo en una parte del cerebro y punto, sino que entran en conjunción varias partes de él, con lo que no se puede determinar científicamente y de espaldas al psicoanálisis una realidad totalmente determinista valga la redundancia.
Sí Spinoza es interesante como dice Bel y tú misma, pero su visión de un cerebro totalmente determinado me asusta, de todas formas la visión de su Dios tan filosofizado es muy cercano al dios que sale del inconsciente freudiano y lacaniano, bien Vanessa te dejo y decirte que voy a contestarte en mi bloc los artículos que me comentaste, la verdad es que no he tenido mucho tiempo y en relatsencatalà también me han dejado de comentar por no poder yo cumplir con los escritos por otra parte, tan interesantes de mis compañeros, sólo comento algunos blocs entre los que está el tuyo, espero volver a la bonita tarea de pensar y escribir, no quiero dejar el mundo de las ideas y los sentimientos de un lado, pero claro sin unirlos según la forma de Descartes, pues siempre he pensado, o por lo menos desde que mi profesor de filosofía de bachillerato me lo inculcó, que cuerpo y mente son la misma cosa, un beso de Vicent y hasta mañana Vanessa.
Ay, ya no sé si puedo comentar, porque me encuentro aquí alguien con mi nombre y es como si ya no hiciese falta.
Pero me ha gustado mucho este post, la foto, el encuentro con los árboles de mi querido Botánico madrileño, y la reivindicación de las emociones que nos permiten pensar, o la foto de Freud, o la idea de reparar la separación descartiana de cuerpo y mente... Gracias!
Zbelnu:
A partir de ahora, cuando vuelva, firmaré como Bel 2, tú eres la primera aquí e insustituíble y no tenía en absoluto intención de hacer algo así como de usurpadora :-)
Un abrazo.
hola Bel-de-las-amapolas-en-octubre! Bel(dos)
gracias por la recomendación de ese otro libro de Damasio, que también yo leeré. Maravilloso ese poema sobre el tiempo de la Dickinson,las palabras casi abstractas y místicas de su poema, y el otro poema que lo acompaña. Me ocurre últimamente sentirme expulsada, excluida, fuera del tiempo de los otros, rodeada de ecos que sólo a mí me alcanzan (aunque yo no tenga un lugar como la escritura para dejarlos oir, como la poeta) Y la felicidad de la que hablas que pudo proteger secretamente en esos jardines de silencios y palabras, gracias por pasarte (el "hasta pronto" de tu blog siempre me hizo pensar que te ibas de viaje... ahora veo que no!)
querido Vicent, como siempre me alegran tus precisiones y comentarios. Qué bueno eso que has dicho de la ex-sistir (como escribía Lacan) y dejar el ser para la utopía. Me suenas especialmente chino con eso.
Lo de la neurociencia y su coincidencia con la teoría freudiana lo había escuchado hace años en un encuentro con neurólogos en el colegio de médicos de Barcelona, y ahora, después de dos semestres estudiando bases fisiológicas y neurociencia, leyendo a Damasio l ohe empezado a entrever. Es muy interesante. Yo diría que para quien estudia los procesos cognitivo, el determinismo es muy difícil de justificar, casi imposible, en cambio, la subjetividad está por todas partes. Tampoco yo anduve con tiempo estas semanas, Vicent, también con ganas de posarme un poco a seguir leyendo(os), un fuerte abrazo.
hola Zbel(la) bloggeramente sueles aparecer como Zbelnu, por lo que ya no me confundo! EStá siendo un alivio esta lectura tan científica y sin embargo tan humana, que no necesita negar la experiencia, o como dice Vicent, la verdad que dicen los que sufren, los que dudan, los que olvida o recuerdan...
no lo podrás creer, pero ayer cruzando la terriblementefea plaza lesseps (de tiananmen) descubrí dos escuálidos y pequeños Ginkos que fueron plantados hacer unos meses!
si lo que buscas es la sombra de los ginkos, hay algunos castigados en la Vía Augusta y en la Ciudadela y otros más cuidados y gatunos en el jardín de la auténtica Universidad de BCN(se agradece la donación de pienso para gatos de jardín)
Muy interesante lo que escribes sobre las emociones... para mi es el tema a tratar en mis pinturas. La relación entre el cuerpo humano y las emociones.
Espero pronto encontrar mi estudio para poder seguir ahondando en ese tema desde mi punto de vista pictórico .)
Yo también he recorrido a veces el jardín botánico, simplemente por el placer de estar en un lugar así en medio de una ciudad..
Y te hubiera recomendado una buena exposición de Dorothea Lange que hay ahora. Es verdad, la importancia del cuerpo como señal, de naturaleza, y que a veces no se corresponde con la mente, de ahí, que en ocasiones sea distinta la interpretación entre ambos. porque, el cuerpo tiene menos o más aciertos a veces que la mente? Por otro lado, me ha interesado lo de la reconstrucción de los recuerdos, en lo que estoy de acuerdo. Y también interesante lo de Cage, y que ya no fué lo que había sido.
Me ha gustado como lo has explicado.
iluminaciones.
Totalmente de acuerdo en la reivindicación de las emociones. Contrariamente a la creencia popular,las emociones lejos de estorbar y perjudicar dirigen nuestra atención,conforman nuestra memoria, asignan valor a las cosas, nos comunican, facilitan el razonamiento y nos ayudan a escoger.Ignacio Morgado,reconocido psicobiólogo y actual catedrático del Instituto de Neurociencia de la UAB, lo explica muy bien en su libro "Emocions i intel.ligencia social". Probablemente ya lo conoces, si no te lo recomiendo.
Muchas gracias por tu paso por las amapolas (y también por el otro blog, aunque ya creo que allí te lo agradecí). Dejé en suspenso las amapolas y después cerré los comentarios porque pasaba una época de agobio con el tiempo en todos los sentidos (y gracias por leer los poemas y por tu generoso comentario). Finalmente, he clausurado el otro blog porque en lugar de ayudarme como esperaba en la concentración que necesito, más bien me distraía.
Por aquí somos más lacanianos que junguianos, sin embargo, yo no le hago ascos del todo al segundo.
Su interpretación sería optimista. Diría que te encuentras en un tiempo propio, el que necesitas para renovar tu alma que se prepara para un nuevo ciclo. Eso diría él, yo no lo sé, pero a mí a veces me ha ayudado creérmelo.
Abrazos.
Precisamente el mes pasado en un seminario sobre las causas del miedo (básicamente desde un punto de vista neurológico) hablaron del profesor Antonio Damasio y del famoso caso de Phineas Cage para confirmar las bases fisiológicas de las emociones.
Por cierto en la Universidad de Valencia no son muy entusiastas de Freud.
Dante, los ginkos que vi hace un par de días eran tan escuálidos que no daban sombra!lo que tiene el Botánico de madrid es que los árboles llevan ahí un buen rato, tranquilos y plácidos
querida Odette, es cierto! tus cuerpos son como mapas, como playas que marcan caminos según unas emociones sutiles. Yo también espero que encuentres pronto tu lugar para seguir pintando, pero seguro que este tiempo de espera habrán cosas que se estén haciendo también, como dicen algunos músicos, la música no es únicamente tocar, también se está haciendo música cuando aparentemente se hace otra cosa... ¿ o no? también tu trabajo sobre las emociones te ayudará a decidir, a encontrar,
fuertes besos,
hola Iluminaciones, te lo he escrito en tu blog, que la exposición de Dorote Lange (junto con aquella de Sophie Calle, pero por razones y en épocas distintas) había sido una de las exposiciones que más recordaba, que más me habían impresonado. Hoy una amiga me ha enviado un link de la Fábrica con algunas imágenes de la expo, algunas no recordaba. me gustaría vovler a verla, incluso comprarme el catálogo, hay algo de lo que investigo en estos momentos sobre esa "caída" del mundo propio, sobre lo traumático que me ha parecido rencontrar ahí...
Gracias por lo que dices de tu lectura atenta. Estos días soñé con Caroline Carlson (??) y volví al teatro de Bob Wilson, y por ahí tú estabas...
Sentí pasar tan poco tiempo en madrid, una pena
Gracias Tigridia por la visita y comentario, qué sorpresa!! y qué bien lo has dicho! No conocía ese libro del que hablas, pero seguiré leyendo en estas direcciones, que me resultan de lo más estimulantes,
Sí Bel, dejé comentario aquí al no poder dejarlo allí, es cierto que a veces es difícil organizarse con los blogs y el tiempo, y gracais por lo que dices. Yo creo que efectivamente estuve en mi tiempo propio, pero me demoré de volver al otro, y me pesa sentirme a veces fuera del suceder y devenir de las cosas... yo también fui junguiana, más en el pasado, que en el presente. me pesaba el tono final de moralina que siempre había, pero quizá era la gente con la que yo lo trabajaba.
hola Petrusdom, sí, Freud tiene muy mala fama por estos lares... pero no me extraña. Yo estoy estudiando psicología en la univerdad y lo que aparece sobre él en los libros de texto suele sesr fragmentado, manipulado y normalmente erróneo o malinterpretado. Sitúan por ejemplo sus teorías en corrientes irracionalistas, cuando él fue siempre un médico y teórico riguroso, obsesionado por la coherencia, exactitud, revisando continuamente y comparándolo con los avances de la ciencia.
abrazos
Es maravilloso ese jardín botánico, desde luego. ¿La civilización debe poder medirse por la edad de los árboles?
Tomo nota de la referencia y trataré de hacerme con ese libro.
Publicar un comentario