2.8.09

del anfitrión y el visitante


dressed-up, originally uploaded by ajpscs.


"Si en el camino os encontráis con un hombre que ha llegado a la Vía (Dao) ¡¡Sobre todo no le habléis de la Vía!!

Quien cultiva (quien habla de) la Vía, no la practica,
Toda clase de falsos objetos surgen,
En cambio cuando aparece la espada de la sabiduría, ninguna cosa queda en pie
…. Es el espíritu ordinario el que constituye la Vía."

(del libro Entretiens de Lin Tsi, traducido y anotado por Paul Démieville)

La escuela china Chan (que dio origen al Zen japonés) fue un movimiento de reforma que propugnaba un retorno a la praxis en contra de la importante tradición teórica y textual del budismo llegado de la India. Supuso también un proceso de sinización y traducción de esas doctrinas extranjeras al mundo chino. Paul Démieville explica en su prólogo que este movimiento anti-intelcual fue llevado al límite de lo irracional y puso patas arriba los monasterios del país. La locura, añade, siempre ha formado parte de la sabiduría china. Aunque ya había traído aquí algún fragmento de ese libro maravilloso, no ha sido hasta hace unos días que he podido hacerme con un ejemplar del mismo, y tener acceso a las interesantísimas notas del traductor y sinólogo (que fue el primer profe de chino de Lacan, no lo olviden!). Lin Tsi (o Lin Ji en actual pinyin) fue sin duda un hombre iluminado y con talento, y el libro está lleno de citas y anécdotas brillantes, que hoy se me antojan imprescindibles para cualquier aprendiz lacaniano
(ambas lecturas, la de Damasio y la de Lin Tsi provienen del mismo trabajo de investigación que llevo a cabo desde hace meses, aunque avance lentamente)

"La verdadera comprensión no se distingue de su contrario", dice el maestro.

O luego subiendo algo el tono blasfémico al que adhieren encantados: “Adeptos, no toméis al Buda por una culminación suprema. Yo lo veo como un agujero de letrina y los Bodhisttava (los santos) como seres que atan a los hombres con yugos y cadenas”

Cuando los monjes preguntan sobre la gran idea del budismo o sobre dónde se encuentra el Buda, suelen recibir como respuesta un gran eructo, un Khât, y si dudan un buen bastonazo. Son falsas preguntas, abstractas y discursivas. El monje no debe dudar, la deliberación es una trampa, la acción debe ser inmediata.

Las buenas preguntas deben ser sin ataduras y los sabios, hombres ignorantes del bien y del mal.

Cuando el maestro habla de la transmisión Chan no lo hace en términos de maestro/discípulo sino que habla de anfitrión y visitante, o consultante/consultado, y en vez de clases o lecciones habla de consultas. Se parece tanto al trabajo que algunos buscamos en el análisis que nada sorprende cuando el propio Démieville lo explica “de repente el maestro deja de serlo y el discípulo se convierte en maestro, el analizado en analista…

Reflexiona sobre diferentes modalidades de relación entre anfitriones y visitantes, y de cómo esos papeles se intercambian y se transforman en el encuentro, como tan bien explica F. Davoine en su libro sobre el trabajo analítico con la locura.

También hace otra referencia que es esencialmente lacaniana, cuando habla de que la sabiduría actúa como una espada, en su corte del pensamiento y las palabras (tal y como trabaja el analista en su interpretación, en como deja el sentido en suspensión)

Cuando el monje aparece el maestro alza el espantamoscas y ése es signo de que está dispuesto a entablar una discusión por poco convencional que ésta parezca. También me gusta cuando se refiere a los malos maestros como "zorros salvajes y larvas malignas" , y describe un encuentro con ellos: "el aprendiz se presenta al amigo de bien (el maestro o anfitrión) con un yugo sobre el cuello, cargado de cadenas. El amigo de bien le pone un nuevo yugo y lo carga con nuevas cadenas. El aprendiz está contento. Ni uno ni otro son capaces de discernir nada. Se trata entonces de un visitante examinando a otro visitante." Desgraciadamente hay malos analistas que actúan de esa manera, al igual que malos consultantes que sólo buscan nuevas cadenas. Y los temerosos del inconsciente o de lo que escapa a la conciencia lo utilizan para descalificar la valentía de quienes emprenden un trabajo de verdad.

Yo me quedo con las palabras de Lin Tsi, y sigo trabajando el arte de la espada y el espantamoscas,

"Mientras no aparezca la claridad, es la oscuridad la que resulta clara."

11 comentarios:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Yo pienso Vanessa que incluso lo más sagrado muere cuando se le institucionaliza, cuando se le socializa, cuando se hace moneda de cambio, las grandes verdades, si es que las hay son o deben ser como una pequeña luz a la que solo unos pocos pueden llegar por sus medios o ayudados por un analista o visitante o anfitrión, que debe en ciertos momentos ser lo mismo, a alguien que ha llegado a la vía no le hables de la vía, yo diría más, él no te hablará de la vía por ser la vía lo que le descoloca ante el interlocutor, ante el analizado, ante el maestro, ante el discípulo.
Hay analizantes y yo diría que profesionales que son como dardos o larvas malignas que ensucian el camino abierto por un buen analista, yo recuerdo a una psicóloga que me trató que habló de mi castración, hecho falaz, y que me hizo tambalear una semana o la misma que me dijo que mi angustia matutina era la misma que la de una embarazada, perfecto, es como si a una mujer, y esto es no saber nada de la psicología de las mujeres, le dicen que está gorda pero con sus cartucheras y sus caderas de preñada aún puede gustar a algún hombre, ciertamente el huésped y el anfitrión ocupan a veces el mismo lugar y en el diálogo sincero de cortapluma y tijeras de ambos se llega a la vía. Bien te dejo Vanessa no sin decirte que espero que ya que el verano está pasando podamos recobrar aquellas mañanas de fresquito invernales y disfrutarlas al igual que disfrutar, y me gustaría que a ti también esos baños invernales bajo la luna en la playa. Feliz comienzo del ocaso del verano. Hasta otro artículo. Besos.

Belnu dijo...

Qué interesante Lin Tsi! Y cómo comparto su idea de los malos maestros, "zorros salvajes y larvas malignas"! Y esa oscuridad que relumbra cuando no llega la luz, creo que vivo en ella... Este post consuela de la sensación diaria de vivir en un mundo donde yo estoy equivocada, donde yo no encajo, y sólo los libros (esos que ya no se venden y que amenazan con desaparecer junto con las librerías literarias, según dicen los periódicos) y lugares como este blog me recuerdan que otros más preclaros han pensado como yo y tampoco encajarían en este entramado feo y perverso

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con la primera parte de que quien ha encontrado la via no habla de ella, tal vez por que no es transmisible? o tal vez por su espíritu ordinario.
Tal vez, hallar a través de rodeos sea lo más indicado, lo más impensable. Y ese maestro o anfitrión, yo tuve uno que nos llevaba a unos pinares cercanos, y allí nos enseñaba o nos daba la libertad de aprender...intercambiando los papeles como dices, pienso ahora. y es el único, del que guardo un inmejorable recuerdo. Creo que el buen análisis debe ser lo más parecido a esto, no?
iluminaciones.

Anónimo dijo...
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Belnu dijo...

Rodeos y meandros, también yo reconozco ese abordaje circular, de circunvalar... Y pensé al leer este post que aquí también se habla de hospitalidad, tema favorito para mí...

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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el objeto a dijo...

tal vez lo sagrado sea algo exclusivo de lo íntimo. Terrible aquella psicóloga Vicent!

contesto muy tarde, lo sé! se me fue liando la semana, con la pintura y lo demás, y se me llenó el blog de comentarios de robots chinos!

Sí, Bel, como tú bien dices, menos mal que existen los libros, rincones como los blogs y los intercambios para recordarnos que aún existimos. Después de unos días alejada de lo mío, regreso dando rodeos, como siempre.

Qué buena la historia del maestro en los pinares, Iluminaciones. Sí, mi idea del buen analista se parece a eso.

Virginia W dijo...

Más vale tarde que nunca... hermoso tu artículo, preciosa. Me ha encantado y quería decírtelo. Gracias también por nombrarnos en tu artículo en el que hablas del ginkgo protector del botánico. Esta primavera te enviaré una foto de nuestro pequeño ejemplar cuando esté brotado.

¡Besos!

el objeto a dijo...

querida Vir!
gracias por pasarte y por tus palabras! sí, queremos foto de tu ginko patagónico y benéfico!
nuestro verano se acaba aquí, la semana que viene retomamos trabajos, y me alegro mucho de haber podido veros! la casa ya casi está lista, hemos trabajado mucho pero ya llevamos una semana disfrutándola a lo grande,

besos a todos!
va.