18.1.10

tentativa

Beijing snow by Snow Kisses Sky

No hace mucho descubrí un librito de Georges Perec, Tentative d’epuisement d’un lieu parisien (tentativa de agotamiento de un lugar parisino), escrito en el 74 y publicado un año después, reeditado ahora por C.Bourgois. Está escrito desde uno de mis cafés Tabac preferidos de toda la ciudad, desde donde Pérec se limita a registrar y describir escuetamente lo que ve. Me encanta cómo empieza, y el ritmo con el que avanza:
Hay muchas cosas en la Plaza Saint Sulpice, por ejemplo: un ayuntamiento, un edificio de finanzas, una comisaría de policía, tres cafés, de los cuales uno es estanco, un cine, una iglesia sobre la que trabajaron Le Vau, Gittard, Oppenord, Servadoni y Chalgrin, y que está dedicada a un capellán de Cloraire II, que fue obispo de Bourges del 624 a 644 y que se celebra el 17 de enero, un editor, una empresa de pompas fúnebres, una agencia de viajes, una parada de autobús, un sastre, un hotel, una fuente adornada con las esculturas de los cuatro grandes oradores cristianos (Bousset, Fenelon, Flechier y Massillon), un quiosco, un vendedor de objetos religiosos, un parking, un instituto de belleza y aún otras muchas cosas.
Un gran número, sino la mayoría, de esas cosas han sido descritas, inventariadas, fotografiadas, explicadas o catalogadas. Mi intención en estas páginas que siguen ha sido más bien la de describir el resto: lo que no se anota generalmente, lo que no se observa, lo que no tiene importancia: lo que pasa cuando no pasa nada, sino el tiempo, la gente, los coches y las nubes.”
A veces me siento como Pérec en ese café de grandes cristaleras desde donde Saint Sulpice se ve de lado pero siempre bella, y sus indicaciones me parecen hacer eco a aquellos primeros consejos que da Freud a los nuevos analistas y médicos sobre el tratamiento psicoanalítico en la década de 1910: no querer fijarse en nada en particular, y prestar a todo cuanto se escucha la misma atención flotante, renunciar a hacer una selección consciente (debe volver hacia el inconsciente emisor del paciente su propio inconsciente como órgano receptor) y únicamente pedir al paciente que se atenga a la única regla fundamental del psicoanálisis: "diga todo lo que se le ocurra sin crítica ni selección previa", compórtese por ejemplo, como lo haría un viajero sentado en el tren, al lado de la ventanilla que describiera a su vecino de pasillo lo que ve. Ahora sí, no se olvide, "la ambición pedagógica es tan inadecuada como la terapéutica".
Pensando en todo esto recordaba la bella conversación sobre la Libertad de la que hablaba en el post anterior, y en otra cosa importante que se dijo: pensar la libertad en términos de “poder devenir lo que uno es” equivaldría a reducirla a la mera ostentación de una substancia. De nuevo la trampa reduccionista del ser, y nuestra supuesta consistencia. Busco “substancia” en el diccionario: "esencia, lo que permanece más allá de sus estados,// parte más importante de la cosa, ahí donde reside su interés." Eso dejaría fuera de la libertad y del ser todo lo que se encuentra alrededor, todo lo que describe Pérec o lo que escucha Freud. Yo creo más bien, como F. Worms, que tanto la libertad como el ser se consiguen sólo por momentos y a través de diversos estados, más allá de los cuales, hay grandes vacíos.
Frente a Descartes para el que el pensamiento no puede ser insensato o delirante, el descubrimiento freudiano inaugura figuras como la de Foucault, para quien el pensamiento sí puede ser irrazonable, ya que depende del lenguaje. Para Foucault, que ya incluye el inconsciente en el pensamiento, existe un lenguaje, no el lenguaje en general, existe la posibilidad de ligar de otra manera los elementos que están ya ahí, y pensar libremente.

12 comentarios:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Yo creo, Vanessa que el hombre es un acto de fe, un ente al que le sobran los vacíos y le falta la esencia o mejor le sobra la esencia y le faltan los vacíos, tú hablabas de ese barrio y esas personas que como la analogía era lo vacío, lo que no tenía ninguna importancia y quizá estaba fuera del ser, fuera del discurso, pero ellos son el ser con la gran paradoja que ello comporta, el vacío es el ser como lo es la esencia de las cosas, esos hombres que trabajaban en el barrio, o esas tiendecitas conforman un universo que se "entiende" y se complementa, yo alguna vez dije que incluso los ladrones son necesarios en un mundo en el que todo y todos nos complementamos, incluso el lenguaje y con ello estoy tan cerca de Foucault como lejos de esa tendencia de ciertos interpretadores del psicoanálisis que dicen que el hombre es esclavo de su yo freudiano.
Somos ciertamente nuestro lenguaje pero hay un término medio que sólo se sustenta con la fe, con lo mágico entre la inconsistencia del pensamiento absoluto y la imposibilidad de éste.
Bien Vanessa, te dejo, espero haber sacado algo de tu lúcido escrito, al menos he vivido contigo en esta página unos minutos y decirte como le dije a Carla que ya has entrado a formar parte de mi vida, pues voy a tu página todas las mañanas por ver si has escrito algo, hay en esa distancia informática tiendecitas y hombrecillos que nos parecen sin importancia pero en verdad la tienen. Un beso.

Belnu dijo...

Sí, tengo ese librito de Perec y puedo asociar esa mirada a la mirada del escritor, y aunque en mi caso mucho es más desordenada y asistemática pues sólo veo trozos, fragmentos, detalles, mientras se me escapan muchos otros... sí que tengo una sensación de barrido y registro, d'épuisement. Y me gusta tanto la place Saint Sulpice... La mía no serviría nunca como mirada analítica puesto que sólo percibo pequeños fragmentos de las cosas. Por eso me consoló ver que a un escritor como Proust le pasaba lo mismo y que despertaba a sus amigas de noche para preguntarles qué árbol, qué vestido, qué pajaro habían llevado o visto aquella noche de tal o cual encuentro, mientras escribía contra reloj, sin tiempo vital para acabar su novela...
También me pregunto por el tiempo.

Ephemeralthing dijo...

Hablando de "lenguajes". He visto que han incluido en la programación del Mercat para los días 12, 13 y 14 de Marzo el espectáculo de Olga de Soto, "Histoire(s)". Lo vi en en 2006 en Berlin y desde entonces pocas cosas han quedado en mi memoria como esa sesión sobre la danza. Te lo recomiendo, yo voy a volver a verlo.

http://www.mercatflors.org/fitxa/350/m/3/historias

Me da cierto morbo porque entonces pensé que en Barcelona sería irrepresentable, exige una atención y concentración no corrientes por aquí. La representación es en la sala MAC que me parece un espacio demasiado grande para las "dimensiones" que tiene la obra. Lo dicho: veremos.

Anónimo dijo...

Volviendo al recuerdo de Benjamin cuando describe lo que le sucede, lo que ve en su infancia, y que son cosas que no están más que en su mirada, en su observación personal y particular, que luego, en el oficio de escritor como Perec transcribe en texto, pero ojo! no son cosas que no carezcan de importancia, sólo que su tiempo es otro, cosa que sabe bien el escritor, y el autor de una obra. Y Benjamin se aferra de algún modo a esos sucesos".
Yo creo que el pensamiento es ese que modifica la substancia, no? Porque para Pensar libremente, así con mayúscula, ante todo, hay que querer.

Anónimo dijo...

olvidé firmar, iluminaciones.

el objeto a dijo...

"Incluso los ladrones son necesarios", es una idea muy china, Vicent! una idea de equilibrio, de armonía o coherencia. El pensamiento de Foucault sigue siendo muy necesario, su obstinación, y el respeto que transmite hacia el ser humano, su dignidad. A lo que tú llamas "fe" yo lo llamo "apostar por la vida" y estoy contigo en que en ello se sustenta la mayor parte del resto. Y claro, Vicent, estas conexiones bloggeras son mucho más importantes de lo que parecen, para mí también!

Sí, Bel, a mí el ejercicio de Pérec siempre me ha interesado, y sus títulos, su tiempo, que como dice Iluminaciones es otro. Barthes hablaba ayer en ese programa de radio sobre el presente, y que el escritor por mucho que intente hablar del pasado, la única referencia emocional de la que dispone es la del presente, algo así era...

Eph, qué interesante! no recuerdo qué había visto yo de O. de Soto, pero sé que me había gustado. Veremos, sí, gracias por la recomendación, a mí se me había pasado.

hola Iluminaciones, no te preocupes, aunque no firmes ya reconozco "tu voz", y por cierto, echo de menos tu blog! Lo que dices del tiempo está relacionado con lo que comenta Bel, sí es una conciencia temporal diferente, tienes razón. Y lo que dices del pensamiento da en el clavo de lo que me interroga a mí, esa articulación entre el querer (el deseo, la voluntad) y el ser, y la posibilidad de devenir pensando, nunca se piensa lo mismo, aunque se repita el pensamiento,

abrazos

Pablo Miravent dijo...

Hola querida amiga. Acabo de despacharte el periódico, supuestamente te tiene que llegar en un plazo máximo de 15 días.
Teneme al tanto, a ver si comenzamos un intercambio también analógico. Ja!
Besos.

Adelarica dijo...

bueno, no es esa la única aproximación posible a la idea de sustancia; lo interesante de la idea de sustancia es su oposición complementaria a la noción de accidente
ese mundo semioculto, desapercibido al que te refieres (y Freud, y Perec, y Bel, y tú y yo) y no obstante realísimo, no tiene porque escapar tampoco a la noción de ser: precisamente el ser se perfila no siendo, como los no lugares como lugares por excelencia donde es posible ser
el ser se manifiesta ocultándose, es lo que brilla por su ausencia, pura patencia ( o sea pathos, algo a lo que se accede, si es el caso, en una actitud pasiva como la que Freud aconsejaba sabiamente a sus alumnos) no tiene necesidad de hacerse patente

el objeto a dijo...

Gracias Pablo!
ya te contesté en otro lugar, te avisaré y seguiremos conversaciones aquí y allá ;-)

Álvaro, no había pensado esa oposición con el accidente, pero se acerca más a esa noción de acción, de algo que cae, que sucede, sí, hay algo de eso. Para captar algo de la sustancia o sujeto, el analista trabaja con el corte, la sorpresa, y lo que encuentra, como decía Barthes, está generalmente en esos intersticios

Adelarica dijo...

sí, yo, desde luego, vivo en los intersticios, cada día más
hay un libro de conversaciones con Peter Handke que se titulaba así: yo vivo en los intersticios
Handke, otro parroquiano de Saint Sulpice
por cierto, cualquier día nos tomamos algo en el Café de La Mairie

Anónimo dijo...

Gracias por tus posts, que sigo desde hace tiempo y que hoy me acompañan mientras miro el viento con esa atención flotante e in-voluntaria. Palabras-imágenes que se "entretienen" y paran en mi; y al volver a ellas entre los grandes vacíos soy y libre.
Así que gracias de nuevo.

Nieve, 雪白

el objeto a dijo...

yo he estado escuchando estos días la emisión de Enthoven en la radio sobre Barthes, y me ha encantado escucharlo en sus cursos, hablar de su rechazo por un uso del lenguaje en la escritura que ostentase el poder y los juicios de valor... Handke también sabe llevarnos hacia los márgenes,
Sí, a ver si en la primavera, cae París... Por cierto, me estoy leyendo La Persuasión y la retórica, y pude escuchar parte dela presentación del libro en La Central, en youtube. maravilloso Carlo Michelstaedter!

Gracias, Anónimo! sinceramente! que algo del vuelo de mis palabras ingrávidas llegue hasta donde estés, me alegra! La nieve, la flor de ciruelo, todos avisos de la primavera 春节 que pronto llega, con sus promesas.