16.1.07

el deseo del Otro

Bunraku, photo by matcha parfait's
Lacan igual que los chinos denunciaba el yo como ilusión, advirtiendo el lugar determinante del fantasma. Para él no existe identidad, sino identificaciones. Se distingue pues entre el yo (moi) imaginario, y el yo (je) gramatical, que al hablar produce el sujeto. Frente a la imposibilidad de hallar un significante al sujeto, Lacan suele referirse a él como sujeto barrado. Anterior y exterior al sujeto, el psicoanálisis señala un nuevo lugar desde el cual el Otro nos determina a pesar de todo. Se escribe con O mayúscula para diferenciarlo del otro semejante, con el que nos identificamos y que crea la primera dimensión de alteridad. El Otro con mayúsculas, que no es un semejante, es el lugar desde el que se constituye el sujeto que habla, desde el cual se desea. Es además el lugar donde los significantes tomaran un sentido u otro. El inconsciente es el discurso del Otro, y el deseo del sujeto es el deseo del Otro.
Hoy antes de acostarme me he acordado de los Bunraku, las bellísimas marionetas japonesas de uno a dos metros de altura. En los espectáculos de Bunraku hay, como decía Roland Barthes, tres escrituras separadas y simultáneas: la marioneta, el manipulador y la voz del cantante. Así que el espectador ve en todo momento el artificio, y esa alienación del personaje. Cada marioneta está llevada por tres actores, además. Normalmente el maestro lleva la cara descubierta y los dos otros ayudantes están completamente cubiertos de negro. A un lado del escenario, fuera de la escena propiamente dicha, los músicos sentados en fila, y los cantantes. Me ha hecho pensar en eso que decía Bel que decía Barthes, que al contrario de lo que podía parecer, detrás de toda esa cortesía oriental, el individuo podía vivir mucho menos reprimido puesto que en sus relaciones sociales, las normas de educación vehiculaban cada movimiento, y no había que preocuparse más que de cumplir las reglas y códigos, conscientes en todo momento de la distancia que separaba lo que uno querría decir con lo que puede llegar a expresar. Bona nit.

17 comentarios:

toni.b dijo...

Muy sugerente la representación de los Bunraku: como mínimo tres en uno. A lo largo de todas las culturas no encontramos con ciertas invariantes.

Bon dia!

el objeto a dijo...

gracias toni.b,
me ha gustado mucho la cita de berger sobre lo invisible en la fotografía a través de la relación de la forma con el tiempo, mucho de eso hay en tus bellas imágenes, y en el lugar donde te situas para tomarlas, un placer visitarte...

Belnu dijo...

Y gracias por citarme citando...

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Creo que para Lacan la figura de la marioneta es la del individuo con caracter sádico que es manipulado por su partener masoquista. ¿Es esto cierto?

el objeto a dijo...

Hola, bueno, no leí nunca a Lacan refiriéndose a eso con esas palabras, yo diría que para Lacan el "yo" es esa marioneta, marioneta del deseo del Otro, una especie de imagen atravesada por el deseo del sujeto,
el carácter sádico y la relación masoquista no serían específicamente lo que harían de él una marioneta... en las relaciones sádico-masoquistas (que por otro lado tenemos todos en menor o mayor parte)hay un goce pasivo-activo, simplemente eso

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su amable explicación, yo es que llevo psicoanalizándome unos años pero he intentado hacerlo desde el desconocimiento, por lo que no tengo he adquirido un sólido cuerpo psicoanalítico. Gracias.
Vicent.

el objeto a dijo...

Hola Vicent, creo que es idóneo hacer un análisis desde ese desconocimiento del que hablas... e ir descubriéndolo todo por uno mismo, con sus propias palabras, conceptos, respuestas... contesté un poco deprisa, regresé de viaje esta semana y tenía cosas pendientes, perdona. Sobre lo que preguntabas antes, yo tampoco soy una experta, pero diría que el goce específicamente masculino, en su fantasma, es mucho más común la relación con la mujer como objeto, y en el fantasma femenino hacerse objeto del hombre, son posiciones subjetivas frente al goce sexual, al deseo, al otro sexo... por ello, para el hombre es tan importante la mirada, para la mujer ser mirada... esa mirada, para el psicoanálisis, estaría más del lado de lo pulsional Lacan habla de los objetos pulsionales, y la mirada es uno de ellos
en fin, espero haber respondido un poco

saludos, y gracias por las visitas y comentarios!

Anónimo dijo...

Sí, si que ha respondido y perfectamente, yo creo, esto lo he descubierto hace unos días y también gracias a su clara explicación, ya ha dejado de ser la belleza algo de lo real para mí, gracias, venga y un cariñoso saludo. Vicent.

Vicent Llémena i Jambet dijo...
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Vicent Llémena i Jambet dijo...
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