19.12.06

china muda


En una de las numerosas ferias de moda en las que estuve el año pasado, conocí a una japonesa divina, que vivía en Florencia y diseñaba bolsos de piel que fabricaba bajo su propia marca. Ella, como nosotros, buscaba compradores japoneses, pero me explicó que para poder vender a Japón debía antes hacer de su marca una marca conocida europea.
La situación del arte contemporáneo en china es paralela: muchos artistas crean en general obras dirigidas al público extranjero y sólo cuando esa mirada de fuera (extranjero es en chino wai guo ren, persona del país de afuera) los reconoce, podrán ser reconocidos como artistas dentro de su país.
No es difícil pues caer en la tentación simplista de pensar que los chinos, además de no poseer un criterio propio, sólo buscan repetir y copiar lo que hace occidente, en el mejor de los casos, importarlo y adaptarlo.
A mi me parece que la situación es, como siempre acaba siéndolo, más compleja. Y que lo que impide a la sociedad china asumir esa posición reflexiva y discursiva, no es en absoluto una falta de criterio, como la ausencia nefasta de un espacio de verdadera discusión, y diálogo entre el artista y la sociedad local. No existe una diálogo cultural, no hay una respuesta crítica normal a las diferentes expresiones de arte contemporáneo. Y es que a pesar del incremento de libertades, de la rápida apertura del gobierno y el país, no existe en China la posibilidad de intercambio con la audiencia local, que permita el desarrollo de un discurso crítico, y la reflexión libre y honesta sobre lo que se piensa. No digo que prohíban expresar una opinión o publicar una crítica, y mucho menos que no existan en China posiciones y reflexiones válidas. Sino que no existe espacio para que se construya un verdadero cuerpo de analistas, pensadores y críticos, independientes del gobierno, responsable este último de la instrumentalización de la cultura y el arte. Como recalcaba Geremie R. Barmé, el hecho adquiere dimensiones cuando se trata de una situación que se alarga ya por más de veinticinco años.
Existen en China artistas, pensadores, creadores e intelectuales con mucho más criterio, formación y capacidad de elaborar un discurso propio, que intelectuales o artistas de mis aventajados ciudad o país. Pero es cierto, que mientras todo el mundo occidental habla de China y de sus tópicos relamidos, en China acaece un mutismo letal: una cultura que no puede hablar de sí misma sino es a través de discursos diseñados desde la propaganda oficial, la disidencia consentida y sin posibilidad real de discusión.
Jean François Billeter publicó de nuevo este año un valiente y magnífico ensayo titulado “China, tres veces Muda”, donde precisaba: “El efecto más pernicioso del control de la prensa no es que permite mantener secretos ciertos hechos, sino que impide a los chinos expresarse sobre acontecimientos conocidos, analizarlos y llegar a conclusiones”
¿Por qué tres veces muda? “Porque no la oímos hablar ni de su presente, ni de su historia reciente ni de su pasado, contemplado en su totalidad” ... lo recomiendo encarecidamente!

4 comentarios:

Belnu dijo...

Buscaré a Jean F. Billetier, me ha interesado mucho esa mudez porque podría aplicarse a las personas y a los secretos de familia. Ayer supe de un amigo que nunca hablaba de su madre muerta en su familia ni con nadie, su padre calló su pena para protegerles y los hijos callaron para proteger al padre. Y nadie dijo nada y ese silencio adquirió un cuerpo físico y cuando su novia le preguntó más por la madre, él se echó a llorar. Tenía 14 años cuando murió,y ahora tendrá treinta y fu!

Llu dijo...

Me encontré con ese mutismo en mi viaje a China hace ya ... catorce años, me pareció que los chinos habían borrado su historia y su cultura del presente. Cuando conseguía entablar una conversación en inglés, ese mutismo se hacía aún más evidente.

Qué interesante blog

Unknown dijo...

La verdad es que tienes una mirada realmente activa y pro-activa. Me gusta mucho leerte.

Vicent Llémena i Jambet dijo...

En este artículo coincido completamente contigo, hablas de China cuya realidad desconozco, ya veo que tú estás enamorada de este país o mejor de su alma, lengua, caracteres lingüísticos, lo simbólico chino o quizá su inconsciente, pues lo que te decía, y además eso es lo que quise decir más o menos en mi artículo de Platón y Nietzche y el arte, tú le has puesto un poco más de rigor y alma cosas de las que yo un poco, hablando poéticamente carezco, la libertad es fundamental, estarás de acuerdo conmigo, es algo de lo que yo no hablé pero que se sobreentendía. Estoy descubriendo tus artículos y son ilustradores de lo que es mi realidad actualmente, aquello de la mirada del Otro o también yo diría la existencia del otro aunque ya sabes que Lacan lo negaba, no es fácil encontrar una conversación lacaniana en valencia, ¿sabes? y con tus artículos voy con verdaderas ganas descubriendo signos y indicadores para mi propio psicoanálisis. Por otra parte el hecho de hablar tanto de un carácter crítico en Lacan es porque la obviedad te dice que la antifilosofía en Lacan, es decir una filosofía sin un fin crítico o para expresarlo mejor la frase de elpasaeltiempo, el Nietzsche antifilósofo, es un poco la contradicción entre la cura y la realidad cotidiana, quiero decirte que en la vida el sentido común te dice que si eres tranquilo siempre hay alguien que acaba intentando a la larga humillarte, ¿no te has dado cuenta?, o quizá sea una apreciación mía solamente, sin embargo sin una aceptación de tu discurso no hay cura, es un poco lo que creo recordar te decía de ser o no ser, bueno pues lo que te decía, el hecho de hablar de un carácter no antifilosófico sino crítico en Lacan es por esta inquietud mía que me surgió en mi adolescencia y desde que leí a Nietzsche i a Marx. Bueno, la verdad es que Lacan se me hace mucho más difícil de leer pese a mis años de psicoanálisis, sin embargo Freud tiene un lenguaje al que puedo acceder más fácilmente, hay veces que hubiera preferido la información del psicoanalista como en un psicoanálisis freudiano clásico. Bueno pensarás que soy un "pesao" "pasao" con tanta charreta, por eso ya me escondo en las profundidades de tu blog, en cuyas aguas hay verdaderas criaturas celestiales, los artículos más viejos, pero ya te digo, no es fácil en este planeta tener una buena conversación con un lacaniano y además sobre Lacan. Bien hasta otra objeto a.