imagen de la película de Sofia Coppola, Lost in Translation
El domingo pasado en un café de Bastille conocí a una bella psicoanalista china. Pasó fugazmente, tomó un café solo y se marchó como llegó, después de hablar durante veinte minutos sin apenas respirar. Venía, entre otras cosas, revolucionada después de haber visto la película de Ang Lee de la que ya he hablado un poco, y de haber pasado luego la noche comentándola con un amigo francés hasta altas horas de la madrugada. A mi, tal y como le ocurrió al director taiwanés al leer la novela en que está basada la historia, la película me persigue todavía (still hunting me… que dirían los ingleses) Por un lado me emocionó ver cómo a ella le había impresionado la cinta, tan china, y que refleja tan bien los conflictos entre el deber, el deseo, lo individual, lo colectivo, y las opciones reales y mentales (en el imaginario chino, de corazón, 心 xin) que cada uno tiene para ir decidiendo frente a su deseo, y por otro lado la lectura freudiana que conseguía hacer de los miedos, ilusiones y neurosis (!!) de sus personajes. En chino para referirse al sexo y al deseo se utiliza a menudo el carácter de color, 色 se, que aparece en el título.Y me pregunté hacia dónde apuntaría o de dónde vendría esa idea del sexo como algo exterior, del orden de lo perceptivo, de lo casi dérmico. En este misterioso seminario XVIII tan chino, Lacan nos recuerda que aunque lo esencial del aporte freudiano haya sido entender que por mediación del inconsciente, todo lo que es del orden del lenguaje tiene que ver con lo sexual (en el sentido amplio psicoanalítico de lo sexual como lo relativo al deseo), la propia relación sexual, dice Lakhan, no puede de ninguna manera ser inscrita, escribirse. ¿Algo de ese color chino?
Al salir del café me di de bruces con el anuncio de la nueva película de Hou Hsiao Hsien, El viaje del globo rojo, en homenaje a la película de los años 50 de Albert Lamorisse. El trailer es precioso. Véanlo abajo. Fue presentada en el último festival de Cannes, y aunque tuvo muy buenas críticas, y tiene mejor pinta, le objetaron, como siempre, lo largo y lento y la casi ausencia de historia. Imposible no pensar en su Maestro de Marionetas, en su obsesión por el tiempo, tiempo necesario (para el sujeto, otro de los aciertos en el film de Anglee), elíptico, reprimido, referido, metaforizado, tiempo vivido, real y tiempo escrito, recordado. Se las apaña para que en esta historia parisina también aparezcan las marionetas chinas y las piezas de la dinastía yuan que tanto han influenciado su cine. Y esta canción preciosa que canta...¿ es j.binoche?
june swoon
Hace 10 años
9 comentarios:
La canción de ese otro ballon rouge me ha parecido a mí cantada por Camille, ¿no crees? Su voz me gusta muchísimo, aunque en sus discos a veces le quitaría los arreglos musicales esos... a veces. Pero al ver ese trailer en tu post me ha parecido que el cine me dolía, que no puedo ver ya esas imágenes desde la aspereza en la que estoy, no puedo explicar, todas las imágenes me parecen sensuales y melancólicas y todas me pinchan, creo que intento vivir como si sólo tuviera cabeza y escritura y esa melancolía que incluye el tacto se me hace imposible en este momento. Y me gustaría salir corriendo de esta self-exposure en la que algunos personajes teóricamente cercanos me acusan de escritura narcisista y del exceso del yo, y qué puedo hacer si no sé hacer otra cosa? Sólo esconderme, correr a un bosque... Y por otro lado, ahí está también ese deseo que no se inscribe pero que está en el lenguaje... Todo irremediable y complicado, todo presionando y latiendo para forzarme a qué?
a mí también me han llenado de melancolía estas imágenes, esta canción...también depende del día, de la hora, como en el yin y el yang, depende de la posición del sol la ladera de la montaña está en sombra o soleada. Siento encontrarte triste y algo abatida por esa gente que te aprovecha que estás ahí para echarte sus fantasmas como quien echa los perros... la mayoría de las veces no hablan de ti ni nada de lo que hayas dicho o escrito sino de sus propias fobias, complejos, mentiras y excesos del yo...
Pero tu última pregunta... yo también me la pongo, una especie de "qué es lo que debo de hacer ahora"? y no sé, no encuentro la respuesta ahí preparada...tal vez nos equivoquemos al formularla,
en fin, siento Hou Hsiao Hsien te haya dolido ;-(, a mi el cuerpo de la Binoche, torpe pero vivo y sólido, me daba esperanzas...
Me encanta tu post. Voy a intentar conseguir la susodicha película de Ang Lee para poder darte mi opinón del corazón.
Como pintora siempre la caligrafía china ha causado en mi una admiración sin igual, simplemente por la belleza de su forma... así que no me imagino que sería de mi, si conociese además los significados de los ideogramas, como el que mencionas que "dolor" está inmerso en la descripción de "sexo"...me quedé sin palabras.
Ajá, gracias por estas palabras que se completan con otras apresuradas, telefónicas o del correo. Comprendo lo de la pregunta no contestada, sí, sí, ya empeaba a entenderlo en mi último post. Visité ese otro blog...
Y sí, la Binoche tiene ese algo terrestre y desordenado (ahí rubia) que consuela, parece que algo es posible, incluso a pesar de mi manto de tiempo.
Sigo sin poder ver la película de Ang Lee...y me muero de deseo por verla, después de todo lo comentado en este maravilloso blog!
Juliette Binoche...siempre me ha parecido tan exquisita, es de las pocas mujeres que provoca y gusta por igual a hombres y mujeres....aunque rubia pierde mucho de esa exquisitez tan suya (a mi parecer, porque no he visto tamboco el film)
Concuerdo con Zbelnu tiene algo terrestre y desordenado :)
asocio le ballon rouge con otra pelicula de lamorisse: crin blanca.
Las daban siempre juntas en los cines de qualité porteños (el más prestigioso de todos se llamaba lorraine)Como verás a mí se me hace imposible obviar la autorreferencia...Algún día te contaré mi historia con un globo en forma de delfín azul.
La que canta es Juliette, casi podría asegurarlo.
Había olvidado completamente el Maestro de Marionetas. Ahora voy recordando fragmentos... cómo me gustó aquella película.
Odette, espero que puedas verla un día, siendo de Ang Lee será bien distribuida luego, creo que te gustará!
Y esa historia del globo con forma de delfín azul?! cuéntanos, Cacho!
El Maestro de marionetas, si la ves en casa es inevitable echarse una cabezadita... pero, sin duda, obra maestra, a mi me emociona.. más que sus últimas películas modernillas. A ver esta!
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