Foto de un crisantemo de mi admirado Tathei
Con el cierre de la sesión de la Asamblea Nacional Popular, se ha hecho pública una nueva ley sobre la propiedad privada en China, que ya existía desde hacía 27 años. Como Rafael Poch señala nada más empezar su artículo, poca trascendencia tiene esa ley, “porque China no es un Estado de derecho, regido por la ley, sino otra cosa. El valor de las leyes es relativo aquí: con ley o sin ella, quien manda es el Estado” No obstante y a pesar de ese déficit legal, el discurso de ese estado sin democracia que tantos recelos despierta, no se basa como ocurre en los occidentales, en el ataque constante al opositor y en la construcción persistente de enemigos imaginarios que acaban a veces haciéndose reales(bush, Irak, armas de destrucción masiva, el trío de las azores…rajoy y sus enanos )
El maestro Poch prosigue: “ Lo admirable del sistema chino es que su presupuesto básico es un reconocimiento de su profunda imperfección. Que, aunque su Asamblea Popular sea un foro con poca discusión y enormemente tedioso, mucha pérdida de tiempo y poca discusión real, el sistema coloca cada año en el centro de las resoluciones precocinadas por el partido los principales y más candentes problemas del país: corrupción, contaminación, riesgo financiero, desigualdad, propiedad, todo ello determinado por la búsqueda de la estabilidad, la famosa armonía”
Con ello no negaré que los chinos no necesiten construirse enemigos, ni sean igual de paranoides ( desde el Falungong, a las amenazas que supone Taiwán, o cómo se está reavivando su nacionalismo con temas como el de Japón) pero me parece que a veces su sistema ofrece más recursos para salir de callejones sin salida, en los que nos metemos todos. Como cuando yo vivía ahí y todo el mundo hablaba de un informe prohibidísimo donde se denunciaban grandes problemas sociales y legales de la situación en la China rural, y había sido el propio gobierno que lo había prohibido, uno de los agentes responsables de su enorme difusión clandestina, consciente de la gravedad y la importancia de los contenidos que se denunciaban.
1 comentario:
Sí, de eso me hablaste y me encantó, por un lado lo prohibían (porque pensaban que así debía ser, o para transmitir un signo justo) y por otro lo difundían, y de paso transmitían también, otro signo justo pero contrario... Es realmente inteligente.
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