Lo bueno de no ser analista es que aún sin saber de lo que hablo, me dejo llevar por todos esos significantes que tanto movilizan y organizan mi mundo y (al menos yo) me pienso o siento libre de cualquier pretensión de saber, que intente ir mucho más allá de mi deseo. Quién sabe lo que me atrevería a escribir si supiese…
Pues pensaba aún hoy en relación con la escritura china en el neologismo lacaniano, creado a partir de la plusvalía de Marx, del plus-de-goce, que siempre me ha sugerido mucho, aún sin llegar a estar nunca segura de todo lo que con él se da cuenta. El concepto de plus-de-goce permite a Lacan explicar una relación con el objeto del que nadie puede gozar verdaderamente: el goce absoluto de un objeto o de otra persona es imposible y vivir significa estar lidiando constantemente con una pérdida o una renuncia de/a ese goce. Y es que esta pérdida del goce es la que nos permite seguir deseando, es parte de la lógica misma del sistema, no es una falla. Si intentamos negarla aparece la angustia.
Y pensaba que ese “plus” que en Lacan hace referencia al plus de Marx en el sentido de exceso , pero también al plus francés de negación, (construcción francesa de plus, point, pas, absolument) –ya ven en Lacan conviven en una misma respuesta el sí y el no, y tan panchos…- se parecía a ese plus de sentido que aporta la escritura china que también es doble y paradójico: por un lado al significado de la palabra se le suman los significados de las imágenes que componen el carácter escrito y el juego de homofonías (mucho más importante que en nuestras lenguas), y por otro se ha de renunciar al la omnipotencia del sentido único.
Así para poder seguir comunicando, para no romper el lazo social el sujeto ha de renunciar a esa concepción "pepera" (del Partido Popular) de que el significante (palabra) atrapa y fija el sentido.
Y ha debido ser esa idea de caída del objeto de goce perdido la que me ha hecho volver a escuchar hoy una canción genial de un rapero genial, Zenit Producto Infinito: cuando Ari explica como en un sueño su cuerpo cae en picado desde una nube y “sorpresa, el sueño incluye paracaídas”, (para oirla, una vez en la página darle al play: Suelo Soñar, de Zenit, alque podéis ver en homenaje al Quijote en Youtube, Quijote, y su fábrica de sueños
En la caída del objeto está nuestro paracaídas
2 comentarios:
Sí! He tenido esa experiencia muchas veces, cuando empiezas a saber, dejas de hablar... por un tiempo. Por eso he sentido la ventaja de ser intrusa, siempre con esa inocencia-insolencia que un poeta atribuía a la adolescencia... Pero tú ya sabes, aunque creas que no... Y cuando eres consciente de que no sabes, ya no eres tan no-sapiente...
Y cómo siempre esas fotos tan bonitas?
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