6.3.07

el eclipse y los nombres


flashback shibamata* 05, originally uploaded by * tathei *.

El eclipse de luna de la noche del pasado sábado, como ceguera parcial y total a la vez, me hizo pensar en una frase de Eric Porge en el libro sobre la enseñanza de Lacan, y la capacidad que tienen las palabras para arrebatarnos o restituir el mundo bajo nuestros pies: “el análisis consiste en dar la palabra al analizante para que con ésta se desanude lo que la palabra (engañosa, censurada, ausente…) ha anudado en su historia”. La palabra, prosigue, da el registro de la verdad. No se trata en Lacan, como se ha indicado otras veces, de una verdad de adecuación a la cosa, una verdad objetiva, si tal cosa ocurrió así o asá, sino de una verdad de desvelamiento. En este sentido la verdad no se opone a lo falso, sino al olvido, a lo censurado, lo ausente u ocultado (por el eclipse histórico o familiar) . La verdad es lo que uno ha de decir ahora, testimoniar, por eso la verdad tiene un tiempo, y no es eterna. En el pensamiento chino se habla de la rectificación de los nombres, y esta continua rectificación es precisa para que el hombre pueda saber a qué atenerse, según Confucio. Nombrar es, aplicando el principio ritual y consensual confuciano de la repartición, 分 fen, ante todo cortar, dividir, limitar, distinguir entre lo similar y lo diferente. Conocer es reconocer, y el hombre santo (más en el sentido de Baltasar Gracián que en el nuestro cegador religioso) es el que es capaz de clasificar las situaciones según sus implicaciones éticas y reaccionar a éstas de manera adecuada, es decir, ritual. Estos días se celebra en Pekín la reunión anual de la Asamblea Popular, y los altos dignatarios hablan de eficacia y de justicia como prioridad, de rectificar las palabras y los nombres que han servido en las reformas de los últimos treinta años. Así ha llegado el momento en que la frase de Deng Xiao Ping “Enriquecerse es glorioso” no sirve más. Y es que chinos y psicoanalistas no se preguntan si esto está bien o mal, si esto es verdad o falso, sino que analizando la situación actual la pregunta clave es siempre la misma ¿qué debo hacer, cómo debo actuar? Y yo añadiría, ¿qué es lo que debo o no debo decir?

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