Photo de la mesa de trabajo chez GabriellaMientras veía el bonito y emocionante
documental de E. Roudinesco y E. Kapnist sobre Lacan, Reinventar el Psicoanálisis, pensaba hoy con alivio en que cuando éste se ocupó de la mujer no lo hizo pensando su rol maternal, natural, ancestral y familiar. Lacan pensó la mujer a partir de su “estar fuera”, de su no lugar, fuera de categorías, de las leyes y la lógica fálica, habló de su otra manera de gozar, la no-toda. Captó una especie de locura femenina, algo de “La mujer que no existe”. Y no sé por qué me acordé de la fascinación de Gabriella por las fotos de las últimas mujeres en China con los pies vendados, que una vez prohibida la práctica del vendaje bajo el imperio manchú, mantuvieron como rebeldía al gobierno bárbaro, y del bonito articulo de Alicia Relinque sobre la escritura china y las mujeres,
Del origen del mundo a la sumisión. Pensaba en el carácter yao 要, uno de los principales verbos chinos. Su significado base es querer, y en la forma más arcaica proviene del dibujo de unas manos aferrando la cintura de un cuerpo, y hay otra versión en la que bajo esas manos aferrando un sujeto/objeto hay una mujer. Este verbo también se utiliza para indicar futuro, y en el chino coloquial se utiliza también como nuestro “tener que…” siempre la idea de haber de, desear, ir a alcanzar algo que NO se tiene. Y eso me hacía seguir pensando en lo necesario del “lugar fuera”, como el Real lacaniano, fuera de lo que se puede nombrar o pensar, y sin embargo necesario para que nuestra realidad quede anudada y podamos participar de ella. Por supuesto más que nunca el Real de Lacan era el Dao 道 de Laozi, imposible de decir. Es gracioso que el mismo carácter Dao 道, signifique también en ocasiones "decir, nombrar" y encarne su imposibilidad al mismo tiempo. Laozi y Lacan quizá aspiraran los dos a una revolución despojada de ideales que se pudieran designar.
Hacia el final de la cinta Lacan dice dirigiéndose a su auditorio de 1972: “
La muerte es del dominio de la fe. Pero tienen razón ustedes en creer que van morir. Eso les da fuerza y les sostiene. Si no lo creyeran, ¿podrían acaso soportar la vida que tienen? Si no se apoyaran sólidamente sobre la certeza de que esto termina, ¿cómo podrían soportar todo esto?Yo también pienso que aunque la muerte haya de quedar fuera de la vida, ha de estar ahí, sosteniéndonos desde ese otro lugar. Y la im-posibilidad de decir ciertas cosas es la que nos permite poder expresar y construir las otras. Parece ser que los últimos años de su vida Lacan se fue quedando sin palabras, y quienes compartían con él su tiempo se enfrentaban a largos silencios
6 comentarios:
quiero ver ese documental del que tanto habláis...cómo puedo hacerlo?
brutal lacan: se atrevía a decirlo todo; es normal que se quedara sin palabras.
es que hay dos documentales de Roudinesco y Kapnist, uno sobre Freud (dos partes) y otro sobre Lacan, que vi por primera vez ayer y ya haré copias para pasar
Qué envidia, yo lo necesito ver ya! Tiene razón Cachodepan.
No he conseguido acceder al artículo de Alicia... sentía curiosidad...
Ahora sí, lo he leído, el artículo de Alicia R., qué buena base para una reflexión filosófica abierta en cada uno de esos trazos... Y sí, hay cosas indefectiblemente tristes respecto de la sumisión, pero otras sorprendentes y más complejas, pueden derivar a otros caminos
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