a partir de un grabado de Suzuki Harunobu, Googling Fuji, by Mike LichtA la consideración general de que en China la escritura se hacía exclusivamente en lengua clásica, valdría matizar el caso del
teatro . A diferencia de otros géneros literarios chinos desarrollados por letrados y funcionarios, y de otras tradiciones teatrales como la griega cuyos poetas como Esquilo, Sófocles o Eurípides constituían una parte esencial de la alta literatura, en China el teatro no será considerado literatura hasta épocas muy tardías. Aunque ya en de la
dinastía Han existían espectáculos musicales, acrobáticos, con marionetas y danzas, es sobre todo a partir de la
entrada del budismo en China en que empieza a aparecer en los escenarios nuevos temas, personajes e instrumentos musicales procedentes de Asia oriental. La introducción de la imprenta a través de los textos budistas, la evolución de los cuentistas y la apertura y crecimiento de las ciudades hacen que ya en la
dinastía Song se pueda hablar de las primeras piezas, que eran representadas en las calles y centros urbanos como divertimentos populares Sin embargo, es en la
dinastía Yuan, la de los invasores mongoles, cuando el teatro chino alcanza su máximo desarrollo. Dos son las razones principales del florecimiento dramático, por un lado el desarrollo de las ciudades, y por otro la abolición de los exámenes imperiales que hace que los letrados, desocupados, deban buscar otras maneras de ganarse la vida. Tal y como explica
Alicia Relinque, los prejuicios
han frente a la literatura en lengua vulgar se pierden y mientras la poesía y el ensayo siguen la línea clásica, el teatro permite la lengua popular alejada de los cultismos de la escritura. Con el tiempo se distinguirá este teatro del Norte de las formas del Sur, y más tarde irán apareciendo nuevas formas escénicas regionales, diversificando modelos, según áreas geográficas, hasta que en el s XIX vuelvan a converger en una forma nueva, fuertemente codificada y de convenciones mucho más rígidas, la
ópera de Pekín. Las representaciones tenían lugar en escenarios montados para la ocasión, en edificios, en casas de té, en ferias comerciales y en templos, muchas veces itinerantes, en festivales y fiestas, por lo que era un teatro que prescindía de escenografía, el escenario solía estar vacío. Tampoco existía un telón que bajara o subiera, sino un elemento, una puerta al fondo, la puerta de los fantasmas
guimen dao, o puerta del tambor,
gumen dao que, según explica Alicia, por su homofonía, también puede ser traducida como puerta del pasado, debido a la conciencia de los autores de estar reviviendo el pasado y sus fantasmas!.
Bertold Brecht tomó de este tipo de teatro no sólo la manera en que hablaban los personajes y se presentaban sus historias, también el trabajo de los actores. En el volumen
Tres Dramas Chinos magníficamente
preparado, anotado y traducido por A. Relinque, aparecen 3 obras, de las cuales ya me he leído la primera,
La injusticia contra Dou E, que conmovió al cielo y a la tierra, maravillosa, hacía tiempo que no leía algo tan moderno y esencial. Me gustaría mucho poder hacer una versión un poco reducida y trabajarla con niños chinos de aquí. Al mismo tiempo, comienzo como lectura de verano
La Interpretación de los Sueños de Freud, y me ha hecho gracia el paralelismo entre esa puerta de los fantasmas en el teatro y la puerta de acceso al inconsciente. En francés al trabajo de ensayos se le llama
repetición, como en un sueño en que se repiten episodios o escenarios deseados, temidos, vividos que son de nuevo dramatizados, y por lo tanto modificados. Por eso seguramente esta pieza sobria de estructura y diálogos recios me ha recordado al teatro lleno de visiones oníricas de
Heinrich Von Kleist, cuyos personajes, precozmente freudianos, conocían la importancia de esas visiones, que llevaban hasta las últimas consecuencias. También me hicieron pensar en los bellísimos y enigmáticos
grabados japoneses de la
exposición de la Pedrera, que recomiendo vayan a ver. Como en los sueños, sobre el papel de arroz, y en espacios en blanco aparecen con una aparente y sorprendente libertad, palabras y poemas escritos, que no estoy segura si descifran o matizan las escenas. En cualquier caso, a mi esos signos flotantes me hacen soñar…