29.6.08

echar de menos

a road to the sea in Sado Island by tetsumaru
A veces me ocurre echar de menos lugares en los que no he vivido o en los que incluso no he estado, o si lo he hecho, ha sido fugazmente. Otras echo de menos lugares en los que sí he vivido, pero lo que echo en falta no es el lugar en sí, o toda mi experiencia o mi vivencia allá, sino algo que desde ellos se inscribió en mi historia, dejando una marca, completando una parte de un relato. Me ocurre también echar de menos vidas que no he tenido, cosas que no han pasado. Siempre pienso que es algo común y que le pasa a todo el mundo, pero ahora que lo pienso, no tengo ni idea.
Mi nostalgia, como digo, está muy relacionada por lugares, paisajes y ciudades. Lacan habla del mito individual del neurótico para dar cuenta de esa necesidad que tiene cada sujeto de dar una forma discursiva a un tipo de verdad que no puede ser transmitida directamente como verdad objetiva, como palabra que se identifica o se funda a sí misma como verdad. La relación del sujeto con el mundo y los demás, su realidad intersubjetiva, no podrá por lo tanto ser transmitida a través de una palabra que defina la verdad, sino que necesitará de esas construcciones histórico-míticas que apuntan en todo momento a su propia biografía. Por eso la importancia de algunos objetos, palabras, lugares, personajes y escenarios, a través de los cuales y de nuestro regreso casi constante a ellos, somos capaces de encontrarnos a nosotros mismos una y otra vez, y seguir deviniendo…
Hace unos días se inauguró en el Palais de Chaillot de París una exposición organizada en colaboración con nuestro moderno cccb sobre la ciudad china. El proyecto, propuesto por uno de los comisarios, el periodista Frédéric Edelmann parece haber sido inspirado por una frase de una novela de Peter Handke, El chino del dolor: “cierra los ojos y el negro de los caracteres hará aparecer las luce de la ciudad” En todo caso escuché el otro día en la radio que sí se ha tenido en cuenta la relación entre la escritura china y sus peculiaridades urbanísticas.
Aunque mañana estemos de celebración con la presentación del libro de Bel y el bello azufaifo , es cierto que sin parar nos llueven las malas noticias de demolición y embrutecimiento de esta ciudad. Ayer en un paseo por los alrededores del parque de la ciudadela y el zoo pasamos cerca de unas callejuelas magníficas protegidas por preciosos árboles que pronto desaparecerán. Mi naturaleza no me permite ser tan pesimista como debiera, pero está claro que algo hay que hacer y decir sobre todo esto. Edelmann invita al visitante a ver más para entender mejor una China que esperamos que, a su vez, aceptará que se la mire y se la interrogue por lo que es. Aquí nadie parece interrogarse! ES cierto que ciudades como Pekín, Shanghai, Xian o Chengdu han perecido cientos de veces bajo los ataques más o menos bárbaros de nuevos gobiernos, catástrofes y el tiempo. También es cierto que su arquitectura efímera y flexible acelera su desaparición constante.

27.6.08

porque sí


video de Laura en cursiva, canción Cigarettes de Russian Ready
Hace un par de días en el blog de Albértigo descubrí esta perla rara y exquisita, Russian Red, con el estilo, la belleza, la voz y el talento de Lourdes Hernández. Ayer por la noche me enteré de que hoy tocaban en la parte musical del mp7 en el cccb, y corrí. Ha sido muy interesante escuchar hablar a los creadores de the black cab session y blogothèque. En este último proyecto se trataba de Vincent Moon, que ya conocía de un video suyo sobre china, que siempre me gustó. Sin tiempo, sin dinero, sin apenas medios pero con mucha lucidez, mucho talento, ganas de contar algo y hacerlo de una determinada manera, estos emprendedores se dedican a filmar y colgar en internet la música de nuevos y no tan nuevos grupos en su estado más puro; conciertos diarios en taxis londinenses que duran un trayecto, o grabaciones de grupos emergentes en salones y apartamentos parisinos, en la calle, a capella, de camino al bistrot, entre amigos, brillante, espontáneo, terriblemente vivo, y muy profesional. Como dicen ellos, esta manera de filmar y de grabar la música tiene un impacto en los propios músicos que se encuentran con una nueva libertad a la hora de actuar, grabar y hasta componer. Se trata, según ellos, de una vuelta a los orígenes de la música y del cine, como lo es para albértigo su aventura móvil, y de aprovechar de estas muevas tecnologías para que los acontecimientos musicales puedan recuperar algo de la relación humana y cercana que tenían y que han ido perdido. Los dos grupos que tocaban esta noche, entre ellos Russian Red, son grupos que existen gracias a myspece, a las comunidades en red, a toda esa cultura libre, tan fácilmente criticable por muchos, pero que por supuesto sigo defendiendo aquí. El hall del cccb estaba abarrotado.
Yo me encuentro estos días en puro ejercicio zen: dejo que el ritmo y la espesura de estas últimas semanas acabe de desaparecer, haciendo lo mínimo, aflojo tornillos, neuronas, contenidos y tareas, dejo que el vacío vaya abriendo espacios, donde sea de nuevo más fácil hacer audible las ideas, los deseos, las voces…
Y dejarme llevar por mi novio moderno al cccb, inaugurando verano.
Como esta canción y este vídeo tan sencillo de Russian Red, cuya letra dice: “cause I’m wasting my time, now I’m wasting money again and all the cigarettes that i have never smoked, and all the letters that i have never sent, da, da…” (porque estoy perdiendo el tiempo, ahora estoy gastando dinero de nuevo, y fumando todos los cigarros que no he fumado nunca, y escribiendo todas las cartas que no he escrito nunca…) A parte de lo de los cigarros, que Cacho me perdone, y sabe que no soy ninguna defensora, pero que sin embargo, dedico a Bel , me encuentro en bastante acuerdo con el resto… Por cierto, que Lourdes canta la versión más bonita que nunca escuché de Girls, just wanna have fun

23.6.08

de los intermediarios

Photo by Okinawa Soba
Últimamente me vienen molestando todos esos intermediarios que surgen con regularidad. No me refiero a los profesionales, los que por su trabajo, -unas veces plenamente justificado, muy útil y merecedor de todos mis respetos y admiración, otras pura estafa carroñera- hacen de mediadores o expertos, ofreciéndonos acceso a alguna vía especializada, ahorrándonos una tarea y mucho tiempo. Sino a todas esas personas a las que acabamos otorgando un poder de palabra o decisión en nuestras vidas, esas personas en las que nos empeñamos en depositar un saber, criterio, o verdad que en el fondo debería ser nuestro. Al final uno acaba viviendo la propia vida, pendiente de lo que los demás opinan que es correcto, deseable, lo que uno debería hacer, dejar de hacer, temer o incluso aceptar… y el otro se convierte, más que en un interlocutor, en un intermediario plomazo entre uno mismo y su deseo o vida. No hay que culpar al pobre monigote en el que hemos convertido al otro, que además cae en la trampa una y otra vez, repitiendo un guión de miedos, prejuicios, sermones y inhibiciones que suelen ser más responsabilidad nuestra que suya. Por supuesto, ya lo ibais sospechando, que el trabajo del análisis tiene mucho que ver con ir desenmascarando a ese Otro desde el cual deseamos, hablamos, decidimos constantemente. Pero no voy a insistir hoy en ello. Por fin este fin de semana acabaron todas las clases, exámenes, compromisos del curso y empieza oficialmente el verano, con otro ritmo, mucho más tiempo, encuentros y posibilidades de pensar proyectos. Me alegro de que a estas alturas del camino, haber ido deshaciéndome de algunos de esos molestos intermediarios, algunos más interiores que otros. Retomando esta tarde la lectura de Porge, me gustó mucho cómo se refiere a la distinción que hace Lacan entre el saber y la verdad, para quien son dos nociones irreconciliables. La dialéctica entre saber y verdad desplazaría, dice Porge, la tradicional oposición entre teoría y práctica, y superaría la engañosa división entre lo individual y lo colectivo. El objeto-a, objeto causa del deseo, tendría mucho que ver, ya que para Lacan, el deseo es siempre el deseo del Otro (desear lo que desea el Otro, y desear que el Otro desee) El saber, digo yo ahora, estará del lado del otro, pero la verdad sólo podemos encontrarla en el nuestro.

17.6.08

del asombro

old photo by Okinawa Soba
Después de escuchar a Bel el otro día en la magnífica conferencia que dió sobre Natalia Ginzburg, retomé la pequeña biografía que la autora italiana había escrito sobre Chéjov y que Bel me había regalado por mi cumpleaños. Su imagen imponente aparece en la portada de la bonita edición de Acantilado, y el relato de la Ginzburg, sus puntuaciones, su mirada serena sobre las cosas, me emocionaron hasta el final. Entre los detalles y anécdotas que va aportando, me gusta lo que dice precisamente acerca de la mirada de Chéjov sobre el mundo, y que se puede aplicar sin duda también a la literatura de ella: "se trata de una mirada joven, ingenua, curiosa, profundamente asombrada, absorta en descubrir y espiar los incontables aspectos extraños del mundo, sus incontables rarezas…se trata de una mirada que es sobre todo de asombro…" Tal vez por eso también, como dijo Bel, la Ginzburg tenga algo de psicoanalítica
Hacía días y días que quería volver a visitar el blog creado hace muy poco por Manel Ollé, poeta y escritor al que admiro mucho, en el que además de sus propios poemas cuelga algunas traducciones suyas de poetas chinos: Mirall Negre es también un lugar de asombro para mi.
Necesito, pensaba, de esos lugares que no se acaban de revelar ni de comprender totalmente, de esas otras lenguas, otras palabras y universos otros que me desbancan,
Alguien muy amable me dijo el otro día que este blog era hipnótico, en seguida me vino a la cabeza esa imagen de la pintura china que describe tan bien Shitao, la de aislar los objetos, descontextualizándolos, rodeándolos de brumas y nubes enroscadas, haciendo que aparezcan recortados y como en sueños

11.6.08

au bout de la terre

paisaje interior en Suzhou, foto anónima
banda sonora: Charles Aznavour, Emmenez-moi (Llevadme)
boomp3.com

El rencuentro con lo chino esta semana ha tenido algo de reparador y curativo, la película parisina de Hou Hsiao Hsien y la lectura de ese tratado de pintura y filosofía china de Shitao, traducido y anotado por Ryckmans. Los 18 capítulos se leen casi de un tirón, a veces como si fuera poesía y otras un tratado filosófico. Ahora avanzo y retrocedo en las notas y pequeños anexos, intentando imaginar las caligrafías, los paisajes, las diez mil formas de la tinta, las nubes y las brumas en las variedades de amaneceres y crepúsculos, el sabor de lo insípido, los trazos de los pinceles y esa confusión entre pintura y escritura tan sugerente. Además, de entre el texto en francés, los caracteres chinos aparecen como imágenes potentes. Cuando por ejemplo se evoca el estado de despreocupación u ociosidad (xian) que necesita alcanzar el pintor antes de coger un pincel, estos días, antes que nada veo el dibujo en el caracter tradicional de las dos puertas de men 门, y la luna yue 月en el centro, imaginando los pabellones vacíos iluminados por la luz azulada. En el carácter que designa la calidad pictórica y literaria de lo insípido, dan 淡 la unión de un doble fuego con el agua, que parecen neutralizarse. El carácter que utiliza Shitao para hablar de pensamiento 思 si, está compuesto por un corazón 心, que también designa lo mental, y por el radical de interior 田 (pensamiento como aquello que está dentro del corazón) En cambio en el de idea, intención, 意 sobre el mismo corazón-mente 心 hay ahora el carácter de sonido, o de música 音, como si para que hubiera intención o idea debiésemos transformar el pensamiento en palabra, en lenguaje. Caracteres que normalmente leo en su sentido y que estos días se revelan en lo pictórico. Entre dos aguaceros, el sol brilla, dice un poema antiguo, que habla del cambio de estaciones. Y el corazón se me ha llenado de aires del sur, y de viajes, por eso esta canción de Aznavour, que me encanta, y esta imagen de un (paisaje) interior chino.
Como ya he mencionado otras veces, para decir paisaje los chinos utilizan la palabra literalmente compuesta por montaña-río, 山水,山川; para el universo también se utiliza la expresión Cielo-Tierra, 天地 para cosa Este-Oeste 东西 . No se trata de una disyuntiva sino de una noción unitaria y de dos puntos de referencia que acaban dando una medida de las cosas. Dentro de esa medida, la del cielo y la tierra, se despliega la libertad de la tinta y el pincel, del mismo modo que al dibujar, una vez realizado el contorno de la cosa, roca, montaña, tronco, río, choza…toda una multitud de tipos de rizos o arrugas, 皴 cun, vienen a dar cuenta del relieve, textura o nervadura vital de éstas. Estos rizos o arrugas pueden ser de los tipos más diversos siguiendo cada uno una técnica específica, con los nombres más bonitos: nubes enroscadas, cáñamo esparcido, cuerda destrenzada, cara de diablo, cráneo de esqueleto, manojo enredado, granos de sésamo, fragmento de jade, oro y jade, pintura sin hueso, pintura sin rastros…Y es que en pleno apogeo de la poesía clásica, en la dinastía Tang, es cuando la pintura se va deshaciendo de colores y encuentra su máxima expresión en el lavado de tinta monocroma. De hecho llega a aparecer una denominación para este tipo de pintura habitada por el vacío y la elipsis, en que el objeto aparece deliberadamente recortado de su contexto, despojado entre bancos de brumasde toda anécdota, casi transformado en un signo abstracto, se la llama la pintura xie yi 写意: literalmente, la que escribe (no describe) la idea (y no la apariencia de las cosas).
Si hay algo que distingue fácilmente el psicoanálisis de las otras terapias, como dice Mercè, es que no estamos en el mundo de lo sentido, que en chino también se entiende o escribe a través de algo que tiene que ver con el color, (el carácter de sentimiento 情 está compuesto por el radical de corazón y un color, 青, el azul-verde), sino en el mundo de lo escrito, lo elaborado, lo leído, más cerca de esa pintura, que liberada de lo anecdótico, se hace escritura.

6.6.08

de regreso

polaroid photo by Artsyken
De regreso y aún con algo de resaca laboral, intento ponerme al día en todo el resto… volver a las lecturas, los amigos, el tiempo para estar, y no sólo para hacer. Mientras hago, ¿acaso soy? No lo acabo de tener tan claro…
Acabando a toda prisa un trabajo de la uoc, me encontré con los textos de Pierre Lévy, pensador de la cibercultura, alrededor de la inteligencia colectiva. Lévy habla de un capitalismo informacional que se dirige hacia una cierta forma de comunismo. Se trata, no obstante de un comunismo paradójico porque no excluiría la propiedad privada del principal medio de producción contemporáneo: la idea. Es cierto que aunque sigamos comprando y vendiendo objetos materiales, cada vez más el conocimiento humano constituye el factor principal de producción de riquezas, mientras que los servicios e informaciones que engendra tienden a convertirse en los bienes de mercado. La idea es para Lévy un signo, una forma, una cierta estructura de relaciones, (yo pienso en un relato). Para poder disponer de ella no hace falta que tome una forma material, queda fijada o pertenece al ámbito de lo que él llama memoria. La información, en cambio, surge del reencuentro entre una memoria individual (una cierta asociación de ideas) y una idea disponible en la inteligencia colectiva. Bonito.
El mundo de las ideas es infinito; necesitamos de ellas para poder interpretar las informaciones y como dice Lévy, los creadores de las ideas no permanecen propietarios (ni ellos ni quienes han comprado sus derechos) más que por un tiempo. La información es inapropiable, el dinero simultáneamente privado y público, la idea viene de alguien y pasa a todo el mundo. Bueno, su desarrollo es interesante.
Un amigo al que le brillan los ojos al hablar me pasó una entrevista realizada a J. Lacan en 1957 por el periódico Express, donde éste se expresa de manera espontánea y elocuente, dirigiéndose a un público no analista, en la que pienso repetidamente en el principio del libro de Porge, Los Fundamentos de la clínica psicoanalítca, de absoluta actualidad en relación al debate actual entre psicoanálisis, psicoterapias y nuevas clínicas que recorre también algunas instituciones en Barcelona. Efectivamente el vocabulario de la clínica con la que el sujeto contemporáneo pueda hablar de sus sufrimiento, plantear sus enigmas, dirigirse al otro, ha de evolucionar con el tiempo, pero estos analistas intentan hacerlo a través de claves lakhanianas como la topología y no de las nuevas terapias. El discurso topológico, por ejemplo, les permite no tener que estar interpretando todo el tiempo, otorgando sentidos a destajo y colgando etiquetas a las que uno se agarra para seguir gozando de su síntoma. Todo eso que parece tan rebuscado en la topología no busca sino simplificar y aligerar equipaje, tranzando mapas e itinerarios, relaciones más espaciales y menos determinantes. Por otro lado el discurso de las psicoterapias se inscribe en la que Foucault, siguiendo a Canguilhem, enunció como la sociedad de la norma, frente a la perdida sociedad de la ley. La norma y la ley pueden a veces confundirse, pero aunque la ley pueda hacerse norma, cualquier norma no es una ley. Mientras la ley describe una regla generalizada hecha imperativa y emanando de una autoridad, la norma es, en su inicio, un estado habitual, regular, conforme a la mayoría. En la sociedad de la norma, donde se distingue entre normal y anormal, es esta media de la mayoría la que se aparece como ideal y deviene prescriptita. El éxito de las psicoterapias confirma lo que decía Foucault. Y no sólo las psicoterapias, también las técnicas evaluativas que participan de esas enfoque normativo de lo moral, social y económico. Parece que evaluar la normalidad o sanidad mental de alguien, nos puede aportar una garantía, una respuesta a cómo hacer para que el objeto evaluado se adapte a los criterios. Todo bajo un discurso que bajo esa apariencia progre tolerante es terriblemente totalitario. En fin, Brillante arranque el de Porge, lleno de luces y precisiones.